El Ayuntamiento de Zamora asegura que la Zona de Bajas Emisiones en la ciudad se implantará «de la forma menos lesiva posible» pero se hará en los plazos que «marca la ley» para «no perder determinadas subvenciones» que ha obtenido la ciudad. Sobre la tramitación de la Ordenanza, el concejal Pablo Novo afirma que las únicas alegaciones presentadas han sido elaboradas por el Grupo Municipal de Vox y por la federación vecinal Faveza, y que no se ha recibido alegación alguna ni por parte del Grupo Popular ni por parte de Zamora Sí, formación esta última que la semana pasada acusaba al equipo de Gobierno de «afán recaudatorio» por esta cuestión.
«Es un argumento» el de Zamora Sí, ha asegurado Novo, «sin ningún peso» porque, siempre según el edil, «el objetivo de la Ordenanza no es recaudar sino cumplir con la normativa» que «nos obliga a implantar la Zona de Bajas Emisiones por ser una ciudad de más de 50.000 habitantes». «Los grupos de oposición saben cuales son los planteamientos del equipo de Gobierno y, hacer estas declaraciones después de escucharnos, me parece buscar un afán de protagonismo barato, a lo que nos tiene acostumbrados Zamora Sí», ha añadido el edil.
Insiste Novo en que la aprobación de la Ordenanza y su posterior entrada en vigor, presumiblemente para el año 2026, se limitará a la primera fase del plan de Zona de Bajas Emisiones, donde ya se han realizado las obras de plataforma única. «No va a tener afección ni va a causar ningún tipo de problemática», espera el edil, más allá de que algunos coches podrían empezar a tener dificultades para circular por las calles, por acotar a grandes rasgos, del entorno del Mercado de Abastos. Para los comerciantes y los residentes «no va a haber problemas», redunda Novo.