Con una interpretación del Aria «Sorge infausta» de la ópera Orlando, compuesta por Händel, cumplió el zamorano Mauro Pedrero uno de sus sueños. El bajo, uno de los poquísimos participantes del programa Crescendo del Teatro Real de Madrid, debutó sobre las tablas del liceo nacional, uno de los más importantes escenarios de la lírica mundial. «Fue una experiencia espectacular. ¿Quién en este mundo no sueña con actuar en el Teatro Real? Es una sensación indescriptible», asegura en conversación con este periódico, recién llegado a Zamora apenas unas horas después de la actuación.
«Cuando empiezas a cantar te marcas unos objetivos y cantar en el Real era uno de los ambiciosos», resume el bajo zamorano, que participó en un recital con el resto de alumnos de Crescendo y que fue el encargado de abrir el concierto interpretando a Händel. «Una semana antes del concierto», recuerda ahora, llegaron los nervios. «Venía de pasar unos días en Mallorca y me vino la responsabilidad de pensar que en unos días iba a actuar en el Teatro Real». Los nervios se fueron poco a poco disipando a medida que iban pasando los días y se iba poniendo todo en marcha». El ensayo general salió «perfecto» y los claros disiparon finalmente las nubes.
«Yo pensaba: si me ha salido bien en los ensayos, me tiene que salir igual en la actuación». Y así fue. La representación, celebra Pedrero, «fue un éxito» desde la primera frase. «Empecé bien y me dije: voy a disfrutarlo, que al final es lo más satisfactorio de todo. La gente me dijo después que había sido una de las actuaciones más aplaudidas», apunta ahora, ya sacudida toda la tensión del momento. «Los artistas trabajamos mucho por sensaciones internas y yo tenía la sensación de que salió perfecto».

El programa Crescendo reúne a jóvenes de entre 18 y 35 años que quieren dar un importante paso adelante en el mundo de la lírica y que cuentan desde que acaba el periplo formativo con la vitola de tener unos fundamentos avalados por el Teatro Real de Madrid. Participan en el programa doce cantantes de diversas nacionalidades, tres pianistas y tres directores de escena. La exigencia es altísima y conseguir plaza es complicado, lo que garantiza la excelencia de los participantes, entre los que este año se ha incluido el zamorano.
«Tener la etiqueta de haber participado en el programa Crescendo del Teatro Real es muy bueno y te garantiza cierrtas cosas», resumía Pedrero hace unas semanas. Los cantantes han recibido clases magistrales de figuras de la lírica como Sabina Puértolas (soprano), José Luis Basso (director de coro del Teatro Real) y de figuras internacionales como Saioa Hernández, Francisco Pio Galasso o Michael Fabiano, un tenor de referencia.
Los aficionados a la lírica de Zamora tienen ahora la oportunidad de disfrutar de la evolución de Pedrero, que participará en la próxima edición del festival Little Ópera en una de las representaciones que se desarrollarán en el Teatro Principal (el 27 de julio, domingo). Además, retoma las representaciones de El barbero de Sevilla en el Real Teatro del Retiro, una obra en la que ya ha encarnado a Basilio, y formará parte de un programa para acercar la ópera al gran público con la puesta en escena de Carmen.