La presencia masiva de algas en la Salina Grande, en la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila, ha causado alarma en ornitólogos y biólogos. Las imágenes, captadas en un vuelo en avioneta y subidas a Instagram por un perfil especializado en difundir imágenes de espacios naturales de Castilla y León, muestran una Laguna Grande que se maneja entre tonos verdes y amarillentos por la gran presencia de algas que hay en estos momentos en el agua. Al fondo, en estas mismas imágenes, aparece la laguna de Barillos, con los colores normales que debería tener la Salina Grande.
Que las aguas de la salina estaban verdes en estas últimas semanas es algo que se apreciaba ya a ras de suelo pero que ha cobrado otra dimensión cuando se ha visto desde el aire. El proceso de eutrofización del agua es total. Se trata de un proceso de contaminación que se produce cuando el agua tiene un exceso de nutrientes, principalmente nitrógeno y fósforo, en una masa de agua que permanece inmóvil, como es el caso de la Salina Grande. Esto causa un crecimiento excesivo de algas y de plantas que disminuye de forma importante el oxígeno que hay en el agua (las algas lo consumen) y viene a eliminar cualquier vida sumergida.
En Villafáfila no hay peces pero sí pequeños animales, vertebrados e invertebrados, que sirven de alimento a los pájaros que en este momento del año están acabando su proceso de cría. Es un momento, por tanto, delicado, porque las aves empezarán a marcharse de forma masiva si empiezan a quedarse sin alimento en las lagunas. El proceso de este año se ha producido en la Salina Grande porque, explican fuentes conocedoras del entorno, es la parque de la Reserva Natural que está en una cota más baja. Nadie se atreve a descartar que no sucedan episodios similares en próximas temporadas.
La elevada presencia de algas en la zona es consecuencia, una vez más, de la actividad humana. El uso de fertilizantes en las tierras de labor de la Reserva Natural, que no solo no se ha reducido en los últimos años sino que ha ido a más, y el vertido de purines en la zona, que se produce excesivamente cerca de los límites de las lagunas sin que exista un instrumento legal para prohibir esta práctica (el Plan de Ordenación de la Reserva Natural no hace mención al respecto) han provocado unos efectos nocivos. Las lluvias de este año, más abundantes, han provocado que existan corrientes de agua superficiales que pasan por los campos abonados, por las zonas donde se vierten estos purines y acaben en la Salina Grande, el punto más bajo. El calor de las últimas semanas ha hecho el resto provocando el aspecto actual.
Preocupación por el botulismo
La multiplicación del tamaño de las algas hace que aparezcan en el agua bacterias que se alimentan de ellas y, cuando se produce esta eutrofización del agua, una de las que antes aparece es la bacteria Clostridium botulinum, que se aprovecha de situaciones de exceso de materia orgánica y escasez de oxígeno. Es la bacteria causante del botulismo, la que provocó el último brote de esta enfermedad en el entorno de las lagunas hace aproximadamente dos décadas. Se introduce en las larvas de los mosquitos, que son los encargados de propagarla cuando pican, para alimentarse, a aves y a otros animales.
La «esperanza» es que la salina se seque antes de que pueda empezar a desarrollarse esta bacteria y a invadir las larvas de los mosquitos.