La Oficina para el Relevo Generacional que impulsa el Ayuntamiento de Zamora de la mano de Tradecyl, que suma ahora la implicación del sindicato UGT, ha conseguido en sus primeros meses de vida que cuatro negocios que iban a bajar la persiana por la jubilación de sus propietarios se mantengan en activo pero en manos de jóvenes emprendedores. Unos buenos números, apuntan los responsables del centro, que van en la línea de lo que se busca con esta iniciativa, que no es otra cosa que conseguir que ningún negocio rentable de la ciudad abandone su actividad porque su dueño llega al final de su vida laboral. Se trata, en suma, de poner en contacto a los propietarios con jóvenes interesados en generarse su propio nicho de negocio para que, en última instancia, se beneficie el tejido comercial de la ciudad y, con él, toda la sociedad.
El concejal de Promoción Económica, David Gago, ha señalado que se sigue trabajando en ofrecer servicios que dinamicen la economía de Zamora. En este sentido, Gago ha apuntado que se comienzan a ver los primeros resultados del proyecto, ya que en este tiempo se ha acompañado a 17 personas con proyectos empresariales reales, cuatro de los cuales se consolidarán en breve al haberse jubilado sus actuales propietarios. Además, indicaba Ana Vallejo, de Tradecyl, se han vendido dos locales, uno de ellos con negocio en activo y se han alquilado dos locales más para otro proyecto. Se ha conseguido conseguido mantener una taller mecánico, un kiosko a pleno rendimiento o la gestión del bar de un servicio fúnebre.

La Oficina de Relevo Generacional está abierta al público en el Centro de Información Juvenil del Palacio de la Alhóndiga, donde tanto los jóvenes como las personas próximas a jubilarse se pueden acercar para recibir información acerca de las opciones para mantener un negocio en marcha. También se han interesado por el proyecto personas con locales vacíos que buscan un negocio que los ocupe. Y ahora, con la implicación de UGT, se dará además asesoramiento técnico y se ayudará a los emprendedores en la búsqueda de ayudas públicas de las diferentes administraciones para crear su propio negocio.
Los principales retos
Los primeros meses de funcionamiento de la oficina han servido además para detectar algunos de los principales «males» de Zamora en relación con el emprendimiento. El primero, indica Ana Vallejo, es que se ha constatado que en la ciudad no abunda precisamente el espíritu emprendedor entre los jóvenes, que sí está más arraigado en otras ciudades de la comunidad. Fruto de esta cuestión se están llevando a cabo talleres con escolares en los que se fomenta la idea de emprender como manera para ganarse la vida. El envejecimiento y despoblación aparecen como otra de las principales amenazas, así como el precio de los locales vacíos, sobre todo de los del centro, que en ocasiones espantan a los emprendedores y les obligan a buscarse acomodo en barrios periféricos, quizás, menos adecuados para su idea de negocio.