Sanzoles intenta contrarreloj que el colegio público del pueblo pueda abrir el año que viene. Aunque el periodo ordinario de matrícula de los niños para el próximo curso ha finalizado sin que en el colegio se haya matriculado ningún crío, en el pueblo tienen todavía la esperanza de poder revertir esta situación por la vía del traslado de matrículas desde otros centros de la provincia, ya sea desde el colegio que es cabecera del CRA (el de Moraleja del Vino) o desde otros colegios en la capital zamorana. Colegios en los que estudian los 22 niños que viven en el pueblo, que tienen edad escolar y a los que se quiere volver a llevar a Sanzoles.
La situación, con todo, es compleja. El equipo de Gobierno del pueblo está haciendo lo que está en su mano para conversar con las familias con niños e intentar iniciar los trámites, ya fuera de plazo, que cristalicen en que haya mínimo tres alumnos en Sanzoles, pero es difícil. La decisión de cambiar a un niño de colegio siempre es traumática en las familias y muchas ya tomaron la decisión de sacar a sus hijos del colegio de pueblo hace uno o dos cursos.
Ahora, con las rutinas establecidas, con nuevos grupos de amigos y el nuevo centro ya más dominado, dar marcha atrás no es fácil. Sin embargo, en el pueblo son conscientes de que es algo que hay que hacer este curso, antes de que pase más tiempo con el colegio cerrado.
Como ya pusiera sobre la mesa el procurador del PSOE Carlos Fernández en el último Pleno de las Cortes, cuando preguntó por la cuestión a la consejera de Educación, Rocío Lucas, el problema procede del profesorado del centro. Los padres aseguran que los responsables de los niños durante el horario escolar han permitido actitudes que podrían llegar a calificarse como acoso escolar (otras fuentes indican que son comportamientos que se han producido fuera del centro) y coinciden en afirmar que algún niño llegó a escaparse de las instalaciones escolares durante el recreo . Unos extremos «inasumibles» para las familias, que poco a poco fueron sacando a sus hijos del colegio hasta el punto de que ha estado ya cerrado en el curso que acaba de terminar.
Después de que este periódico hiciera pública la noticia del cierre y de la pregunta del procurador del PSOE en las Cortes, Rocío Lucas ya dejó entrever que, si el problema era la profesora, podría cambiarse su puesto de trabajo y destinarla a otro centro. Una cuestión que en el pueblo dan ya por segura y que se está comunicando a los padres para así animarles al retorno.
El centro volvería a funcionar, si se consiguen los tres alumnos que marca el mínimo legal, con los servicios de Tardones, Madrugadores y con comedor escolar, como sucedía hasta que echó el cierre en el verano del año 2024. El colegio está preparado para abrir, pero falta lo más importante: los niños.