Movilizar y trasladar a las personas dependientes es una cuestión muchas veces complicada tanto para el cuidador como para quien no puede valerse por sí mismo. Y la tecnología se ha convertido en una gran aliada para ambas partes, facilitando el trabajo de uno y la comodidad del otro. Para aprender a usar los nuevos aparatos en su entorno de trabajo se han desplazado al Hub Tecnológico «La Aldehuela», durante la mañana de este martes, unas cuarenta personas de Zamora y provincias vecinas, todas dedicadas al cuidado de personas mayores ya sea de forma domiciliaria o en centros residenciales. Han participado en el taller formativo «Movilizaciones y transferencias para una mayor autonomía», organizado por el clúster Sivi en el marco del convenio de colaboración con la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León.

Montse Fernández, gerente del clúster, explica las ventajas de saber usar las nuevas tecnologías en estos entornos laborales, para lo cual pueden ser necesarios ciertos conocimientos técnicos antes de arrancar. El objetivo, a mayores de cuidar la salud laboral de los trabajadores y mejorar la vida de los dependientes, es que las personas puedan estar en su casa el mayor tiempo posible. «El hogar es siempre el mejor entorno para las personas mayores», reivindica Fernández. No en vano, muchos de los «gadgets» que se están desarrollando en Zamora fomentan esta filosofía. Hay dispensadores de medicamentos inteligentes que recuerdan a la persona cuáles son las pastillas que le tocan, robots humanoides que hacen compañía y recuerdan las citas médicas o mascotas que fomentan ese sentimiento de compañía que todo el mundo necesita.
«La idea es que, si se puede, las herramientas las puedan manejar siempre los usuarios, aunque no siempre es posible», apunta por su parte Olga Fernández, de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, que ha impartido una charla durante la mañana de hoy. Por cuestiones económicas (las máquinas suelen ser caras en algunos casos) o por cuestiones de espacio (hay aparatos grandes) no todos los aparatos son aptos para todos los hogares, pero sí para centros especializados, donde son usados por los trabajadores.

«Lo que primero debemos hacer es valorar el proceso clínico y ver hasta qué punto se puede incluir la tecnología en la vida de las personas», reflexiona Olga Fernández. Siempre buscando favorecer la independencia de la persona y valorando todos los condicionantes existentes en el hogar, la idea es incluir la tecnología hasta donde sea posible para hacer la vida más cómoda. «Por ejemplo, con estos aparatos facilitamos que la persona se mueva, porque le dan esa ayuda que necesita para caminar, o que mantenga algunas capacidades que necesitan ser estimuladas» para que no empiecen a perderse.
En la labor actual juega un papel importante la difusión, ya que hay empresas que todavía no conocen algunas de las soluciones que la tecnología y la investigación han puesto a su alcance. Así, el Clúster Sivi lleva a cabo también diversos talleres (ya se han celebrado formaciones de robótica o domótica) y se impartirán otros nuevos cuando pase el verano. La actividad forma parte del proyecto Living Lab, que está cofinanciado en el marco de las subvenciones destinadas a la realización de proyectos de innovación que promuevan la autonomía personal en el ámbito de los servicios sociales de
Castilla y León dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión
Europea – Next Generation EU.
