El Consejo Económico y Social de Castilla y León se alinea con las tesis de la Junta y plantea medidas que, asegura, garanticen la «compatibilidad» de la existencia del lobo en el ecosistema con la pervivencia de los negocios ganaderos. Así, la institución autonómica recomienda que la gestión del lobo «se plantee desde un enfoque de compatibilidad entre la conservación de la biodiversidad y el desarrollo socioeconómico de las zonas rurales».
Así, el CES considera necesario establecer un «marco regulatorio» basado en «el diálogo con todos los agentes implicados» que contemple «medidas de prevención eficaces, servicios de apoyo a la puesta en funcionamiento de estas medidas preventivas, indemnizaciones justas y ágiles por los daños ocasionados, especialmente en la ganadería extensiva, y un control poblacional allí donde sea necesario para evitar la insostenible presión sobre las explotaciones ganaderas». Esto es, cazar lobos.
El CES recuerda que en diciembre de 2024, el Comité Permanente del Convenio de Berna votó a favor de la propuesta de la UE de adaptar el estatuto de protección del lobo de «estrictamente protegido» a «protegido». Hace unos meses, el Congreso de los Diputados, como enmienda a la Ley contra el Desperdicio Alimentario, aprobó que la caza del lobo volviera a estar permitida, con restricciones, al norte del río Duero. La Junta anunció, y así lo está haciendo, que trabajará en que también lo esté al sur del río mientras las organizaciones ecologistas plantan batalla, también en los juzgados, para evitar la caza en cualquier punto del territorio nacional.
El CES habla también de la sobrepoblación de fauna silvestre en ciertas zonas de la comunidad, como sucede en el entorno de la Sierra de La Culebra con los ciervos, que ha alcanzado «una densidad crítica, generado graves problemas y perjuicios que afectan a las explotaciones agrícolas, ganaderas y a la seguridad vial». El Consejo Económico y Social recomienda también aquí «incidir en un control poblacional» y «facilitar las capturas cinegéticas y otras medidas de eficacia probada para gestionar las poblaciones que, en ocasiones, se alimentan de cultivos y ganado, transmiten enfermedades y provocan accidentes en las zonas rurales». Cabe recordar en este punto que la semana pasada la Consejería de Medio Ambiente autorizó la caza de decenas de ciervas en La Culebra para frenar, o intentar frenar, esta problemática.
El Consejo concluye que es necesario que la administración «asuma la responsabilidad patrimonial» de los daños causados por esta problemática y pide analizar las causas de la sobrepoblación recordando además que hay otras especies, como el buitre, que están causando problemas a la ganadería extensiva.