Fuentes de Ropel retira la licencia otorgada por el anterior equipo de Gobierno a la empresa Fuentes de Cea para la ejecución de una explotación de porcino con capacidad para seis mil cabezas, para la que se iban a construir tres naves para la estancia de los cerdos. La licencia concedida, asegura el alcalde, Andrés González, se aprobó «sin la preceptiva autorización ambiental para el proyecto y sin que dicho proyecto estuviera visado por un colegio profesional», documentos que se solicitaban a la empresa una vez se había aprobado ya la licencia. Tampoco establecía los plazos de inicio de las obras, motivo que ha empujado al equipo de Gobierno actual, del PSOE, a aplicar la Ley de Plazos de Ejecución del Reglamento de Urbanismo de Castilla y León, que da entre 1 y seis meses desde que acaba la tramitación administrativa. La licencia, estima por tanto el alcalde, ha caducado.
Tampoco habría obtenido el Ayuntamiento el permiso para uso excepcional del suelo rústico necesario, trámite previo a la declaración de impacto ambiental. «No se han cumplido varias normas», explica González, «para instalar este tipo de granja en el municipio», lo que conlleva «que este acto administrativo ha sido lesivo para los intereses municipales».

La empresa sí habría obtenido con posterioridad la licencia ambiental, ahora recurrida por el Ayuntamiento en el juzgado con «muchas posibilidades de ganar» el juicio, explica el propio regidor municipal. González concluye que «los concejales de este equipo de Gobierno están en contra de que este tipo de instalaciones», las macrogranjas, «se instalen en Fuentes de Ropel», y asegura que harán «todo lo posible» para impedirlo mientras estén en el Gobierno.