La Guardia Civil de Zamora incorpora diez nuevos desfibriladores gracias a una aportación económica realizada por la Diputación de Zamora y por Caja Rural. El jefe de la Comandancia de Zamora, Héctor David Pulido, explica que la Benemérita contaba hasta la fecha con 14 aparatos, doce repartidos por los cuarteles de la provincia de Zamora y dos más en vehículos (uno en la Unidad Móvil de la Comandancia y otro en la furgoneta que hace las veces de Oficina Móvil de Atención al Peregrino).
El 93% de los efectivos del Cuerpo ha recibido ya formación específica para el uso de los desfibriladores, un porcentaje muy elevado que muestra, explica Pulido, «la implicación del cuerpo». Cada minuto de más en el que se tarda en usar el aparato reduce la esperanza de vida un diez por ciento, explican las mismas fuentes.

El presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez, subraya la colaboración prestada con la institución «para dar un servicio de primer nivel y rápido cuando sea necesario» y asegura que se va a sacar a licitación, con una partida de 200.000 euros, la adquisición de nuevos equipos de estas características. Cada desfibrilador móvil tiene un coste aproximado de 2.000 euros y se entregarán a bomberos, a la propia Guardia Civil y se instalarán en instalaciones deportivas. «Si conseguimos salvar una sola vida, ya valdrá la pena», asegura Faúndez.
Por su parte, el director general de Caja Rural de Zamora, Cipriano García, defiende la colaboración público privada para este tipo de cuestiones. «Siempre estamos abiertos a este tipo de colaboraciones que redundan en el beneficio de la provincia».