Los economistas llaman la atención sobre el periodo de «máxima incertidumbre» al que se enfrentan Zamora y Castilla y León, afectadas por la inestabilidad económica, tensiones geoeconómicas y geopolíticas, así como un desconcierto total sin visos de solución a corto plazo”, explica Juan Carlos de Margarida, director del Servicio de Estudios Económicos del Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora (Ecova). Esta situación viene provocada principalmente por “los aranceles propuestos por EE UU, el aumento de las tensiones comerciales con países contraatacando con más aranceles, el retorno a una política monetaria más restrictiva, así como el menor crecimiento de la productividad”.
Los aranceles de Trump provocan “una gran incertidumbre, pues además de su impacto directo, tienen impacto indirecto en nuestras exportaciones a países de Europa como Francia, Alemania o Italia, que a su vez exportan en un alto porcentaje a EE UU», explica el economista. Todo ello provoca un incremento de sus costes, una disminución de sus exportaciones y una disminución de su crecimiento económico que puede repercutir directamente a Castilla y León, ya que nos comprarían menos productos”, ha manifestado De Margarida.
No obstante, “todo ello contrarrestado con efectos colaterales positivos, pues probablemente al mismo tiempo se producirá un incremento en exportaciones de los países de la UE debido al elevado impacto de los aranceles en productos que exporta China, y que podrían ser reemplazados por los que suministra Europa siempre que China no incremente los precios de los productos que exporta asumiendo como coste los aranceles y haciendo disminuir sus márgenes comerciales. Es decir, estamos ante un “juego de tronos” en el comercio internacional”, ha declarado el director de ECOVAEstudios.
“Las guerras comerciales una vez iniciadas se puede perder el control de ellas provocando una recesión, y hasta una estanflación a nivel mundial, con consecuencias de mayor gasto público y más endeudamiento en un momento donde el nivel de ambos es casi insostenible. No es el mejor momento para una guerra comercial intercontinental”, ha enfatizado su director en la presentación del Observatorio Económico de Castilla y León.
En definitiva “nos enfrentamos a la contradicción de que hemos potenciado la globalización durante décadas; hemos creado un mercado único a nivel global donde los productos se fabricaban conjuntamente al mismo tiempo en varios países para posteriormente ensamblarse y venderse a nivel mundial, reduciendo considerablemente los costes e incrementando los márgenes en beneficios. Y ahora, de la noche a la mañana, se pretende desarticular todo el proceso y que se fabrique en un solo país y se venda a nivel mundial. Si no es imposible sí que es complejo y muy complicado. Se necesita tiempo y voluntad. Nos queda mucho camino por recorrer y muchas decisiones que tomar en el corto y medio plazo para garantizar el crecimiento económico, la estabilidad y el estado del bienestar”, ha concluido Juan Carlos De Margarida.