100 pueblos de 17 ayuntamientos de las comarcas de Sanabria y Carballeda, prácticamente todos desde Mombuey hasta el límite con Ourense, han amanecido este martes sin luz. Varias localidades, según informan las autoridades zamoranas reunidas en el Cecopi, no habían visto restituido aún el suministro eléctrico y la cobertura de telefonía en la zona prácticamente había desaparecido, por lo era muy complicado comunicarse. La situación no cambió hasta las diez de la mañana, cuando regresó el suministro a Puebla de Sanabria y a alguna localidad más, pero todavía hubo zonas sin electricidad hasta pasada la una.
La situación preocupaba, según admitió el presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez. La Guardia Civil visitó los pueblos, especialmente las residencias y centros de salud. También los bomberos de la Diputación provincial, encargados gracias al teléfono por satélite de comunicarse con Zamora para reportar el estado de la situación. Los niños estaban en clase, aunque difícilmente con materia lectiva y, según el delegado de la Junta, Fernando Prada, los médicos estaban en los centros de salud y se estaban atendiendo «las urgencias» con normalidad.
La situación ha afectado, entre otros, a los ayuntamientos de Puebla de Sanabria, Galende, Lubián, Rosinos de la Requejada, Asturianos, Robleda, Pedralba, Espadañedo, Justel, Hermisende y Pías. Los alcaldes estaban también reportando posibles problemas con el suministro de agua, sobre todo en aquellas localidades que necesitan bombas para que el agua llegue a las casas, asegura el presidente de la Diputación de Zamora.
Es la única incidencia reseñable, no menor, que aún se producía este martes en la provincia después del apagón del lunes. En el resto del territorio, explica el delegado de la Junta, Fernando Prada, imperaba la normalidad. Los centros de salud funcionaban como lo hacen habitualmente, los hospitales operaban en base a sus rutinas.
Mención especial para el incidente con los viajeros de tren que se quedaron varados en Zamora. Finalmente, fueron treinta las personas que decidieron pasar la noche en Ifeza. El resto se repartió entre hoteles, apartamentos alquilados a última hora, la propia estación y el interior del tren. Los viajeros han comenzado a salir de Zamora a las nueve de la mañana, en tren los que iban para Madrid y el bus los que tenían como destino Galicia. Según explica el subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco, la solución se ha puesto sobre la mesa tan rápido como se ha podido porque el lunes fue «totalmente imposible» fletar autobuses para realizar el viaje.
En la estación, los viajeros han estado atendidos durante toda la noche por miembros de Cruz Roja y por los Cuerpos de Seguridad del Estado. Agentes que durante esta noche también han aumentado su actividad para prevenir posibles delitos, que no se han producido. Zamora ha vivido, en general, una noche bastante tranquila.