La empresa Enagás buscará en los próximos meses apoyo institucional en Zamora para poder trabajar en su proyecto de hidroducto Ruta de la Plata, que pasará por Zamora de sur a norte en un trazado idéntico al que tiene la infraestructura actual. El grupo, que recibió el beneplácito de las autoridades para construir importantes nuevos gasoductos (en Zamora, también el que llegará de Portugal, que conllevará abrir nuevas zanjas en más de una decena de municipios de la provincia), ha decidido volcar su estrategia de futuro en la llamada «revolución del hidrógeno», que en Zamora se concreta de momento en dos proyectos de grandes gasoductos y en varias plantas de producción que ya están sobre la mesa, a la espera de solicitar los pertinentes permisos.
Los planes de Enagás, en línea con el objetivo del Gobierno de convertir España en un gran hub nacional e internacional de hidrógeno verde, pasan por construir o aprovechar una gran red interna de tuberías para que el gas, que se produce con molinos, placas y mucho gasto de agua, circule por el país y viaje a Europa. Y aquí juega un papel importante Zamora.
La empresa ahora trata de lograr el apoyo social e institucional de todas las regiones por las que pasará la red de tubos. De hecho, Enagás abre un llamado «proceso de participación pública» en el que llama a involucrarse a ayuntamientos, asociaciones e incluso a los propios vecinos. Un plan que se inicia en Castilla-La Mancha pero que no tardará en llegar a Castilla y León y, en concreto, a las tres provincias por las que circula el hidroducto, que son Salamanca, Zamora y León.
Trazados ya utilizados por los gasoductos
El proyecto de los primeros ejes de la red interior de hidrógeno de España consiste en el desarrollo de unos 2.600 kilómetros de ductos soterrados, nuevos o reconvertidos, agrupados en 15 tramos y 5 ejes: el Eje Vía de la Plata (de unos 875 kilómetros y cuatro tramos), es el más importante. También están el Eje Cornisa Cantábrica (unos 440 kilómetros y tres tramos), el Eje Levante (unos 505 kilómetros y cuatro tramos), el Eje Transversal Castilla-La Mancha (unos 235 kilómetros y un tramo) y el Eje Valle del Ebro (de en torno a 535 kilómetros y tres tramos).
La nueva red discurrirá en más de un 80% por la traza de infraestructura gasista ya existente, como la que pasa ya por Zamora. El 21% de la red conllevará la reutilización de gasoductos actuales. En la construcción, se aprovecharán los corredores de infraestructuras existentes evitando afecciones a espacios naturales, protegidos y cursos hídricos, así como núcleos urbanos y zonas de alta densidad de población.
Los estudios previos del proyecto prevén unas 110 posiciones de válvulas de nueva construcción, que se ubicarán a una distancia entre sí de unos 20 o 30 kilómetros en la misma línea del trazado del ducto. Contarán con sistemas de accionamiento y control remoto, así como de monitorización permanente para garantizar una operación segura. Estos estudios preliminares estiman la necesidad de tres estaciones de compresión en todo el país. Una estaría en Coreses y las otras dos en Tivissa (Tarragona) y Villar de Arnedo (La Rioja).
En el ámbito técnico, la compañía ha puesto en marcha la ingeniería conceptual de la red troncal de hidrógeno de España y ya ha adjudicado la ingeniería básica de las estaciones de compresión y de los hidroductos. Además, ha realizado una preselección de proveedores de tuberías y de compresores, y ha reforzado el equipo de ingeniería que llevará a cabo los trabajos.