Otero de Sariegos recobrará el pulso este viernes, y su iglesia con él. La tradicional romería de San Marcos, que desde hace varios años se celebra en las afueras del templo del despoblado, entrará este viernes de nuevo a la iglesia, que en estas últimas fechas se está adecentando y limpiando de cara al 25 de abril. Antonio Rodríguez, alcalde de Villafáfila, celebra el logro, que atribuye al propio Ayuntamiento y al colectivo de «Amigos de Otero de Sariegos», que ya reúne a cerca de 120 personas y que quiere recuperar la vida, siquiera en jornadas puntuales, del pueblo que se quedó vacío.
Lo que pretende el Ayuntamiento ahora, confirma el alcalde, es que la iglesia vuelva a abrir sus puertas de una manera más regular y que se convierta en un recurso turístico más de la zona. Un proyecto que afecta también a las calles del pueblo, que podrían recibir visitantes que lleguen a la zona llamados por las Lagunas de Villafáfila y que buscan adecentarse un poco. Para la iglesia se necesita la colaboración del Obispado, que según el alcalde se ha mostrado ya abierto a ayudar en el mantenimiento.
La iglesia de San Martín de Tours está, asegura Rodríguez, prácticamente vacía. Los santos y muebles se han sacado después de muchos años sin culto y nadie sabe a ciencia cierta dónde están, ya que aunque Otero de Sariegos pertenece al municipio de Villafáfila, la parroquia forma parte de Villarrín. «Lo que le hemos pedido al Obispado es que nos ayude a localizar los santos y enseres que ya no están para poder devolverlos y que la iglesia sea visitable. No queremos aquí crear ninguna disputa entre pueblos, solo colaborar para que la iglesia abra sus puertas y de ello se beneficie toda la comarca», razona el alcalde de Villafáfila.
La divulgadora del patrimonio Bea Barrio explica en su web los orígenes de la iglesia, que estaba ya en pie en la Edad Media aunque hay evidencias de asentamientos en Otero de Sariegos desde la Edad de Bronce. «Pero lo que realmente hace única a esta iglesia es que el lugar podría haber sido considerado sagrado durante siglos, mucho antes de la construcción del templo cristiano que vemos ahora». Hoy en día cuenta de una nave dividida en cuatro tramos aunque los restos de arcos de ladrillo visibles en los muros laterales nos plantean la posibilidad de que originalmente se planeara como un templo de tres naves. Al norte se integró el cementerio del pueblo mientras que en el sur se estableció la entrada principal.
La iglesia forma parte de la Lista Roja de Patrimonio por su mal estado de conservación. Las bóvedas que cubren todo el templo se han empezado a hundir cerca de la espadaña debido a filtraciones de agua procedentes de la cubierta, y los arcos y muros presentan grietas que anticipan un hundimiento. También existen humedades ascendiendo por la parte inferior de los muros que lo están debilitando aún más. Estas humedades y la inestabilidad estructural del templo afectan también a los bienes muebles que siguen en el interior.