Hombres de traje. Mujeres con vestido. Parejas que parece que van de boda. Niños que estrenan. Niños que no estrenan. Familias con palmas. Familias en el parque. Los que no salen de casa. Grupos que quedan para comer. Casas donde hay sopa de sobre para salir pronto y no manchar la cocina. El que no entra en casa ni a comer, total para qué, para media hora, me tomo un pincho por aquí y solucionado. Familias que organizan la mundial. La camiseta de «Gora Zamora». Tacones. Zapato plano. Deportivas. Corbatas. Gorras. Paraguas. Raso rosa. Gafas de sol. Cornetas. Tambores.
– ¿Nos tomamos otra?
Música, mucha música. La de las bandas y la de los bares. Grupetes en la fila de la procesión. Niños de guapo, alguno de más. Grupetes en las terrazas de los bares. Los que se levantan y se acercan a ver el desfile y los que ni vuelven la cabeza. Gente detrás de la Borriquita. Gente que huye de ella como si fuera un toro bravo. Sonrisas. Saludos. Abrazos. Hay que ver lo que hacía que no te veía.
– ¿Te quedas toda la Semana Santa? ¿Qué tal por Madrid?

Globos. Barquillos. Garrapiñadas. Pipas y pipeleras. El helado de La Valenciana. El pregón. El Barandales de Honor. La comitiva. El que no sabe ni de qué va eso. La que está de vacaciones. El que trabaja mañana. La que se ha cogido tres moscosos que le quedaban y ya aprovecha. Abuelos con los nietos. Nietos que se acuerdan de sus abuelos. Carritos de bebé. Carreras por Santa Clara. No te despistes, que hay mucha gente. Preparativos para mañana. Quedamos en San Lázaro, como todos los años. Visitas a la aplicación de la Aemet. Este año no sé yo. Deja eso, ya veremos cuando llegue.
– ¿Cenamos algo por aquí?
– Venga, ya las horas que son…
En el Domingo de Ramos entra todo y todo es Domingo de Ramos. Por eso hay dos clases de personas. Las que saben que es el mejor día de la Semana Santa y las que todavía no se han dado cuenta. Y sí, también hubo procesión, la de todos los años. Pero qué le voy a contar de eso que no sepa usted ya.