Los embalses de la provincia presentan un buen aspecto, con más de un ochenta por ciento de capacidad embalsada debido a las lluvias de las últimas semanas. Datos que son buenos pero que, en contra de lo que sucede en otras provincias del país, no pueden ser calificados aquí como históricos. Los embalses están en estos momentos por encima de la media de los últimos diez años pero para encontrar cifras superiores a las actuales en esta misma época del año tampoco hay que irse muy atrás. El año pasado, sin ir más lejos, los embalses tenían más agua a mediados de abril.
Según los datos de la Confederación Hidrográfica, Zamora cuenta en estos momentos con 1.465 hectómetros cúbicos de agua embalsada. Son 34 hectómetros cúbicos más que hace siete días, el 82,91% de una capacidad total de 1.767 hectómetros cúbicos que hay entre los embalses de la provincia. El año pasado en esta misma fecha los pantanos estaban al 85,91%, justo tres puntos por encima. La media a estas alturas del año de la última década habla del 70%.
Ricobayo es evidentemente el embalse con más agua en estos momentos. Presenta un buen aspecto, a casi el noventa por ciento de su capacidad total, con 968 hectómetros cúbicos acumulados y con tendencia creciente. Solo en una semana, Ricobayo ha ganado 19 metros cúbicos de agua. Cernadilla, con 191 hectómetros cúbicos, y Valparaíso, con 152, son los siguientes de la lista.
Por lo que refiere al conjunto de la CHD, los embalses del Duero gestionados por la Confederación se encuentran hoy al 90,7% de su capacidad, con un total de 2.590,3 hectómetros cúbicos almacenados, un valor que supone el mayor dato de reservas en la cuenca desde que hay registros (1996). Así se ha puesto de manifiesto en la reunión de la Comisión de Desembalse celebrada esta semana en Valladolid, en la que se ha aprobado la propuesta de volúmenes mínimos en los embalses para el final de la campaña de riego, a 30 de septiembre.