El calendario escolar del próximo curso se conocerá en breves días y las asociaciones de madres y padres de alumnos de los centros públicos empiezan a inquietarse por los horarios del mes de septiembre. La Confederación de Federaciones de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado de Centros Públicos de Castilla y León (Confapacal) muestra su preocupación por el calendario del inicio del curso que, de no haber novedades, llegará con una reducción de horario en el mes de septiembre por cuarto curso consecutivo en el segundo ciclo de Infantil y en Primaria.
La medida se puso en marcha, ya que antes no existía, con la llegada de la pandemia, y ha propiciado las quejas de las asociaciones de padres, que no la entienden y aseguran que impide la conciliación de la vida laboral y familiar en un momento, el del inicio del curso, complicado para muchas familias. Confapacal hace suyos los argumentos que hace unos meses diera el Procurador del Común e incide en que no hay criterios educativos ni de otra índole que justifiquen una reducción del horario en septiembre.
La confederación reclama un calendario escolar que se elabore “desde el consenso, la transparencia y el respeto institucional”, y recuerdan que la organización del tiempo escolar no es solo una cuestión administrativa, sino “una decisión que impacta directamente en la calidad educativa y la conciliación familiar”.
Las familias indican, y lo atestigua el Procurador del Común, que sus propuestas no han sido tenidas en cuenta en el Consejo Escolar de Castilla y León, prevaleciendo el criterio de los docentes y sus representantes, que abogan por reducir el horario. «No existe ninguna argumentación pedagógica ni educativa que avale ese tipo de jornada, considerándola contraria al derecho a la educación de los niños y al derecho a la armonización de las responsabilidades laborales y parentales», asegura la institución autonómica.
No cabe duda, explica de nuevo el Procurador del Común, «que la organización del tiempo escolar es un tema trascendental que también preocupa a las familias, y que debe depender no solamente del contexto sociocultural del entorno y de la dificultad de la implantación de proyectos de innovación educativa, sino que también ha de considerarse su contribución a la conciliación de la vida laboral y familiar de los miembros de la comunidad educativa».
La reducción del horario del mes de septiembre debe estar amparado en «motivos excepcionales» que ahora, ve el Procurador, no se dan. La institución regional pide por tanto, lo hacía en su resolución de hace unos meses a la que se suman ahora las organizaciones de padres, a la Consejería de Educación que «de cumplimiento a la obligación establecida» con respecto al horario lectivo y que, en caso de reducción, «se acuerde y se fundamente en criterios con sustento pedagógico y educativo». Algo que las familias ven complicado.