Su primer documental fue sobre Rubén Darío. Después vino el de Antonio Machado. Con María Lejárraga y su película A las mujeres de España, Hojman ganó el reconocimiento de la industria cinematográfica. Este documental ficcionado sobre la dramaturga que revolucionó los años veinte del pasado siglo publicando bajo el nombre de su marido consiguió una nominación a Mejor película documental en los Premios Goya.
Laura Hojman (Sevilla, 1981) es una narradora que persigue una forma muy particular de contar las historias que le fascinan y que, sin duda, ha encontrado su estilo. La mejor muestra es su último documental, Un hombre libre, en el que nos devuelve a los españoles a un autor que nuestros antepasados perdieron.

Es su cuarta película sobre un escritor: «Nunca fue premeditado hacer películas sobre literatura española. Los libros me han acompañado desde muy niña y siempre me han ayudado a entenderme a mí misma y a conectarme con el mundo. En realidad, aunque la trama o los personajes tengan que ver con la literatura, creo que mis documentales hablan sobre la memoria, sobre esas otras historias de las que no se quiere hablar, sobre las emociones humanas…».
Un hombre libre se estrenó en el Festival de cine europeo de Sevilla el pasado mes de noviembre. Este viernes, 28 de marzo, llega a los cines españoles. Al ser una película documental, su distribución no puede compararse al de una película comercial. Por este motivo es todo un lujo que en Multicines Zamora hayan accedido a programar un pase especial.
Sí, el término adecuado es lujo. Agustín Gómez Actos es una joya única, una joya familiar, de gran valor sentimental, que fue entregada a Francia y allí deslumbró a varias generaciones que quedaron prendadas de la personalidad y la visión de este artista. Agustín se exilió al país vecino en 1968 después de experimentar numerosas dificultades para montar sus obras de teatro. Allí tuvo una carrera muy exitosa, culminada con la concesión del grado de Oficial de la Orden de las Letras y las Artes de Francia en 1995.
Seremos la mayoría los que nos acercaremos por primera vez a este escritor almeriense a través del documental de Laura Hojman. Ella misma también supo de su existencia hace tan solo unos años: «Fue gracias a María Díaz, periodista andaluza que vive en Francia y coguionista de Un hombre libre. A pesar de ser bastante lectora, yo nunca había oído hablar de Gómez Arcos. En aquel momento yo acababa de estrenar mi documental Antonio Machado. Los días azules y estaba escribiendo el guion de A las mujeres de España. María Lejárraga. No entraba en mis planes hacer otro documental sobre un escritor. Pero me hice con varios de sus libros y lo que leí me alucinó».
Así es. Agustín Gómez Arcos es una persona alucinante, incomparable, un narrador sobresaliente y raro, en el sentido que Rubén Darío le daba a la palabra raro. Y también fue una persona a la que daba gusto oír hablar, por eso se convirtió en una cara conocida en la televisión francesa. Por supuesto, también fue un hombre libre.
¿Qué o quién es una persona libre?
Un adjetivo difícil de definir últimamente. Le pregunto directamente a Laura si la libertad de Gómez Arcos es un antónimo de normatividad: «No lo creo. Creo que lo normativo debe proteger y garantizar los derechos de todos y que no debe ser excluyente. Como mujer que trabaja en un sector totalmente masculinizado y a la que se le ha hecho sentir desde siempre que su mirada y experiencia del mundo no era la norma, me interesa trabajar en expandir esos límites de lo normativo, reivindicar que hay distintas formas de estar en el mundo y que estas no tienen que quedar en un nicho o ser un anexo frente a lo que se considera ‘universal’. Me toca las narices que siempre sean los mismos los que se apoderan de ese concepto. Es un poco lo que decía Agustín Gómez Arcos: ‘España soy yo’, es el no permitir que nadie te expulse de algo que también te pertenece».
Adentrarse en la figura de este autor siempre te deja con ganas de más. Escucharle es hipnótico y su pensamiento es adictivo. Es imposible salir de la proyección de Un hombre libre sin experimentar la necesidad inmediata de leer sus obras. Es mejor ir a ver esta película sin saber nada de él.
«Agustín conecta con todas aquellas personas que nos hemos sentido diferentes o a las que se nos ha transmitido que nuestras cosas no eran importantes. Él decía que nunca elegía a sus personajes entre los vencedores. Me di cuenta de que yo hacía lo mismo y pienso que es porque yo tampoco me encuentro entre ellos. Mi lugar está en esas historias de los márgenes. Ahí estamos quienes simplemente tratamos de entender y estar menos perdidos y menos solos», dice Laura Hojman, aunque seguro que somos muchos los que podríamos decir algo similar. Para nosotros es Un hombre libre.