Después de 17 meses de obras, el Puente de Piedra de Zamora vuelve a estar abierto. Decenas de vecinos de la ciudad caminan ya a estas horas por el nuevo empedrado del viaducto peatonal, tras la recepción formal de la obra y la apertura protocolaria que han protagonizado los miembros del equipo de Gobierno municipal, encabezados por el alcalde, Francisco Guarido, y por el arquitecto responsable de la intervención, Francisco Somoza.
Los trabajos del Puente de Piedra se han demorado más de lo previsto, pero por fin están rematados. Falta algún pequeño detalle, pero se trata de cuestiones menores que se irán resolviendo sobre la marcha. El viaducto ya no se cerrará: «Nos va a durar muchísimas décadas», ha advertido Guarido, que ha considerado que la intervención ha quedado «francamente bien» y que ha destacado, en particular, el aumento de la seguridad, tras la colocación de las barreras de piedra que sustituyen a las antiguas vallas de los laterales.

El alcalde ha subrayado igualmente los cambios en la canalización, menos visibles, pero relevantes en materia de seguridad, y ha explicado que algunos de los flecos que se tendrán que rematar a corto plazo tienen que ver con la iluminación en los ojos pequeños del puente: «Se va a poner en los próximos días», ha asegurado Guarido, que ha indicado que la preinstalación ya está hecha.
Más allá de ese asunto, el alcalde ha defendido la importancia de recuperar «un valor histórico y de comunicación para la ciudad», a la espera de posibles intervenciones en el futuro, como la de la instalación de unas torretas a la entrada del viaducto. Esa opción no se descarta, pero tampoco estará sobre la mesa a corto plazo. De hecho, otro de los detalles que queda es la instalación de unas marcas en bronce para señalar dónde se ubicaba la base de las torres.
Guarido ha incidido en la importancia de «centrarse en el presente» y dejar a un lado futuras mejoras, como esa o las de los refuerzos estructurales del viaducto: «Es un puente absolutamente seguro», ha recalcado el regidor, antes de que Somoza incidiera en la importancia de recuperar este nexo entre las dos partes de la ciudad: «Pedimos disculpas a la gente que ha estado sufriendo las obras, pero esto es como cuando te operan del hígado y hay una temporadita en la que tienes que estar en el hospital», ha constatado el arquitecto.

Visión histórica
Somoza ha reivindicado el valor histórico del Puente de Piedra y ha enmarcado ahí la intención de señalar la ubicación de las antiguas torres con las placas de bronce: «Se trata de que se comprenda mejor cuál es la huella que tuvieron. Queremos dejarlas de alguna manera en la memoria de los usuarios», ha remachado el arquitecto.
A continuación, los concejales han recorrido el nuevo Puente de Piedra, con una zona central empedrada y dos partes laterales lisas, mientras el resto del público iba y venía ya desde hacía un buen rato. Zamora vuelve a estar conectada por su viaducto de toda la vida, y los vecinos de la ciudad, sobre todo los de Cabañales, respiran aliviados.
