Miles de personas (hasta cinco mil según los organizadores), entre ellas varios centenares llegadas desde la provincia de Zamora, han exigido en la mañana de este sábado en Valladolid un acuerdo político y social que refuerce la sanidad pública. Plataformas de Tábara, de Sayago y colectivos sociales como el Movimiento en Defensa de la Sanidad Pública de Zamora han recorrido el centro de Valladolid para protestar por los «problemas y carencias» de la sanidad pública. Ocasionadas, insisten, porque la Junta de Castilla y León «apuesta por los sistemas privados».
La demora existente en las listas de espera ha sido una de las grandes quejas de la manifestación. Solo en Zamora, insisten los colectivos zamoranos, hay más de veinte mili personas que están esperando o bien ser llamadas para concertar una cita o bien ser recibidas por el especialista, a las que hay que sumar los varios centenares en lista de espera quirúrgica. Los manifestantes piden además un aumento de la participación ciudadana en la toma de decisiones y la apertura continuada de los consultorios rurales.
Plataformas en defensa de la sanidad pública, junto a los sindicatos CC OO y UGT, y representantes de partidos de oposición como el PSOE (también con representación zamorana) han alertado del deterioro del sistema público. Los organizadores denuncian que la sanidad pública en Castilla y León sufre una situación crítica, agravada por la falta de recursos en zonas rurales.

Transcurridos 5 años del inicio de la crisis COVID «podemos decir que el colapso sanitario se ha cronificado. El cierre o funcionamiento a medio gas de muchos centros de salud debido a una deficiente planificación de las políticas de personal y la precariedad laboral ha afectado tanto al medio rural como al urbano. Hay que garantizar una asistencia de calidad desde el sector público y para ello es necesario un incremento de personal», apuntan los convocantes.
Los participantes en esta movilización recorrieron las principales calles de la ciudad, con la presencia de plataformas locales de distintas provincias, coreando consignas como “La sanidad pública no se vende, se defiende” y “Somos pacientes, no clientes”.