El Ayuntamiento de Coreses abrió el plazo para presentar las solicitudes el lunes por la tarde. En torno a 24 horas después, ya tenía cerca de cuarenta personas interesadas. «Y queda mucho plazo». Así lo advierte su alcalde, José Luis Salgado, que habla de la demanda que ha generado en su municipio la posibilidad de acceder a algunas de las viviendas públicas que plantea construir la Junta en la provincia. Serán cien para todo el territorio zamorano. Y quizá la cifra se quede corta.
Por resumir, lo que plantea la administración autonómica, a través del Somacyl y en colaboración con la Diputación, es levantar viviendas de 90 metros cuadrados con cocina, salón, tres dormitorios y dos baños. En los pueblos, serán casas unifamiliares que se edificarán en las parcelas que ofrezcan los ayuntamientos. Los propios municipios son los encargados ahora de recoger las solicitudes que les llegan. Y están llegando muchas.
En principio, uno de los atractivos puede ser el precio, aunque la cifra no está clara del todo. Unos hablan de 100.000 euros, otros de más de 130.000. Sea como fuere, si el comprador es menor de 36 años, habría un descuento del 10% por parte de la Junta y otro tanto del lado de la Diputación. El resto quedaría financiado por una hipoteca garantizada. Entre los requisitos que deben cumplir los beneficiarios está no ingresar más de cinco veces el IPREM.
Con estos condicionantes, lo que está quedando patente en el proceso es que hay demanda de hogares en la Zamora rural. «A nosotros nos caben entre 14 y 16 viviendas unifamiliares en las dos parcelas urbanas de las que disponemos», explica el alcalde de Coreses, que defiende que su pueblo lo tiene todo para asentar población: desde los servicios más básicos a la conexión por carretera con la ciudad. «Aquí, si se hicieran treinta, treinta se vendían», asevera.
La cercanía con la ciudad también es un valor para El Perdigón: «Tenemos un montón de solicitudes, cerca de veinte, y terreno de sobra», apunta su alcalde, Ángel Calleja, que confía en obtener alguna de las viviendas que se van a poner a disposición y que incluso ha entablado conversaciones con el Ministerio para ver si, por otra vía, puede sacar «cuatro, seis u ocho más». «Aquí hay de todo, hasta cajero automático», defiende el regidor, que entiende que la gente quiera quedarse a disfrutar de un pueblo con la ventaja de situarse a un paso de la ciudad.
El de Fonfría es otro escenario diferente, pero el municipio también genera demanda. Su alcalde, Sergio López, estima que unas trece personas se han interesado por las viviendas públicas en un Ayuntamiento que trabaja con la particularidad de contar con muchos anejos. En casi todos se han registrado peticiones. «Terrenos tenemos, pero siendo realistas, como mucho, se podrían llegar a hacer dos en cada pueblo», concede el responsable municipal.
Además, López desliza una cuestión: «Sabemos por encima las bases, pero no a ciencia cierta. Demanda sí hay, pero a ver qué requisitos piden al final», indica el alcalde, que abre una vía que aborda con un poco más de profundidad su homólogo en Alcañices, David Carrión: «No es lo mismo que cueste 100.000 o que cueste 140.000», recuerda el mandatario de la cabecera alistana.
En su caso, Carrión dispone de 31 solicitudes que ya ha enviado a la Diputación Provincial, aunque considera que aún planea una sombra de incertidumbre sobre el proceso: «Hemos pedido ocho viviendas en la parcela que tenemos en la Urbanización Crispín, porque tiene que haber el doble de solicitudes de vecinos que de peticiones de casas, y creemos que unos cuantos se van a caer», argumenta el regidor.
Demanda de información
Carrión comenta que la mayor parte de la gente que ha optado tiene un perfil joven, trabaja en el pueblo y quiere asentarse en él. Lo que ocurre es que carece de terrenos, y las parcelas tienen un precio «disparado». La alternativa de la vivienda pública aparece aquí como un asidero para estas familias, pero el alcalde de Alcañices insiste en conocer cuanto antes el precio final. «Es muy buena idea, pero creo que habría que hacer una reunión informativa», concluye.
Por lo pronto, con la información que hay, los ayuntamientos seguirán enviando las solicitudes durante las próximas semanas. De momento, la Diputación ha recibido treinta, catorce de ellas completas, aunque su presidente, Javier Faúndez, ya deslizó hace días que había más municipios interesados. Lo previsible es que vayan llegando más peticiones próximamente con una realidad de fondo: si se dan las condiciones, la gente está dispuesta a adquirir una vivienda en la Zamora rural.