Apenas tres semanas después del último acto vandálico en San Frontis, los contenedores de la plaza del barrio han vuelto a arder esta madrugada. Los vándalos han quemado dos de los tres contenedores, han obligado a actuar a los bomberos, a los servicios de limpieza y a la reposición del mobiliario público, con el coste para las arcas municipales que conlleva. El daño para el erario público se estima en 500 euros por contenedor.
Este ataque, junto al resto de los registrados en las últimas semanas, se une a la basura que aparece esparcida por los alrededores de los contenedores en diversas zonas de la ciudad, a las pintadas realizadas en el parque infantil de Las Viñas antes siquiera de que pudiera ponerse en marcha y a los robos de árboles recién plantados en las medianas y aceras de las travesía.
En el caso de los contenedores, los de San Frontis habían sido repuestos recientemente, lo que implica que ha ardido mobiliario completamente nuevo, más allá del riesgo que implica el fuego para los coches y para todas las zonas aledañas del barrio.