El consejero de Cultura de la Junta, Gonzalo Santonja, expresa la «máxima preocupación» de la administración regional por el estado de la iglesia de Molacillos, un templo que es Bien de Interés Cultural y cuya estructura corre un grave peligro. El representante del Ejecutivo autonómico, presente hoy en Zamora para dar a conocer la actuación que se ha llevado a cabo para un mayor lucimiento de las Tablas de Arcenillas, asegura que el templo de Molacillos es «muy complejo» y que cuenta con «problemas estructurales» derivados, en parte, de que la obra «está mal terminada» en algunos aspectos referentes a su propia integridad.
Santonja reconoce que la iglesia «es muy delicada» y, aunque reconoce su singularidad (es la única manifestación del barroco valenciano en la comarca), asegura que la actuación en ella es «muy complicada en todos los sentidos», tanto en el económico como en el técnico.
Con todo, el consejero ratifica que «nuestra disposición», la de la Junta, y «la del Obispado es afrontar los trabajos». Lo primero y más urgente es «encontrar alguna solución para parar el deterioro» del monumento. «Tenemos que encontrarla», asegura Santonja. «Es un tema que nos preocupa», añade el obispo de Zamora, Fernando Valera, que reconoce varias reuniones para avanzar en los trabajos y recuerda que «el proyecto de la actuación está hecho». «Estamos buscando fuentes de financiación, que es ahora la preocupación principal», apunta el prelado. «Estoy convencido» de que habrá solución, concluye Valera.