Juan García-Gallardo ha anunciado este lunes que abandona sus cargos como portavoz de Vox en las Cortes de Castilla y León, como procurador y como miembro de la ejecutiva nacional de su partido, aunque seguirá como «afiliado raso». En una carta publicada en sus redes sociales, el hombre que alcanzó la Vicepresidencia de la Junta tras los comicios de 2022 y que renunció a tal condición en julio de 2024, ha comunicado ahora que deja la política activa.
En la citada misiva, Gallardo ha dejado claro también que existían discrepancias con la dirección nacional que le han conducido a tomar esta decisión tres años después de ser elegido, de manera sorpresiva, para encabezar el cartel de Vox a las elecciones autonómicas de febrero del 22. El ya exmandatario autonómico ha señalado, concretamente, que «la dirección ha ido ocupando un espacio en detrimento de los demás».
Gallardo ha matizado que esto no tiene por qué ser malo como tal, pero ha hablado de la necesidad de que la lealtad sea recíproca y ha defendido su actitud discreta a la hora de tratar los problemas internos «con la mayor reserva posible». Según el político castellano y leonés, ha sido la imposibilidad de zanjar los conflictos de ese modo la que le ha llevado a la decisión final de renunciar.
El político burgalés se va después de poco más de seis meses en la oposición, a la que llegó tras la ruptura del Gobierno con el Partido Popular de Alfonso Fernández Mañueco en julio del 24, por las discrepancias en relación a la acogida de menores extranjeros en la comunidad.