«Biogas así, no». Ese es el eslogan que han escogido los vecinos de Jambrina contrarios a la instalación de dos industrias de estas características en su entorno para protestar contra la puesta en marcha de unas plantas que se ubicarían en el municipio de Peleas de Abajo, pero cerca de una localidad cuyos habitantes se están movilizando ante «la falta de información» y el «miedo» que les genera el escenario actual.
El colectivo ha recordado que, a finales de diciembre, representantes de Jambrina asistieron a una reunión con el Ayuntamiento de Peleas de Abajo y un representante de la empresa Ence, promotora de uno de los dos proyectos de planta de biogás. Los vecinos mostraron ya en ese encuentro su malestar por la carencia de datos sobre las industrias y exigieron información técnica y legal sobre el proyecto.
«El representante de la empresa Ence trató de transmitir confianza sobre la propuesta, aunque no supo explicar algunos aspectos fundamentales del funcionamiento de la planta y reconoció que ni operan ni han operado nunca una planta de biogás», han indicado los vecinos de Jambrina, que están inquietos ante las noticias de «juicios por delitos ecológicos» a los que se ha tenido que enfrentar la empresa.
Respecto a Norton Dos Ibérica, promotora de la otra planta de biogás, sus responsables «no han facilitado ningún tipo de información ni documentación, ni al Ayuntamiento de Peleas de Abajo ni a los vecinos afectados de la zona». Esta «falta de transparencia» es otro de los motivos de inquietud para la plataforma.
La asociación ha dejado claro que no está en contra de los proyectos en sí mismos, «sino de las condiciones, características y el planteamiento actual de estas dos plantas cuya cercanía entre ellas y en relación pueblo de Jambrina presenta cuestiones incompatibles con la calidad de vida y bienestar en el pueblo».
La plataforma defiende que los vecinos de Jambrina han hecho una apuesta muy clara por vivir en su pueblo y quieren seguir haciéndolo «en condiciones dignas». «La plataforma se ha constituido no en contra del biogás, sino a favor del desarrollo económico, social y sostenible en el medio rural», han recalcado desde la asociación.
Los datos
El propio colectivo estima que las plantas necesitarían 200.000 toneladas de residuos al año, unas 550 toneladas diarias. «El rechazo a estos dos proyectos en este municipio es prácticamente unánime. Prueba de ello es que, en un pueblo que en invierno se queda con unos 100 vecinos y empadronados hay una cincuentena más, se ha hecho una recogida de firmas contra estos proyectos, en la que sólo se ha permitido participar a la gente del pueblo y a los hijos del mismo, y se han conseguido un total de 435 rúbricas».
En base a eso, se ha iniciado una serie de acciones entre las que se incluye colgar una pancarta a la entrada del pueblo «en la que se muestra la preocupación y el rechazo que causan los proyectos de estas desmesuradas plantas de biogás».
«Jambrina no quiere que instalen macroplantas de biogás a la puerta de su casa y tampoco desea esta condena para ningún otro pueblo. El pueblo no confía y por lo tanto tiene miedo de las consecuencias del desarrollo de estos proyectos», ha zanjado el colectivo en un comunicado.