El Ayuntamiento de Zamora espera que el retraso de las obras del Puente de Piedra, cuya prórroga expira el próximo 17 de enero, sea mínimo. A partir de ese día comenzarán a aplicarse penalizaciones importantes a la empresa concesionaria de las obras, que dejará de ingresar 677 euros por cada día de retraso. Una decisión que está ya tomada, pues no ha lugar a más facilidades para una empresa a la que se han concedido ya dos prórrogas para que acabe los trabajos, que deberían haber estado listos a mediados de 2024. Desde el Ayuntamiento entienden que ya no hay razón para levantar la mano.
De cualquier forma, el Ayuntamiento de Zamora asegura que aún no tiene comunicación oficial de la empresa sobre los plazos que se manejan. El pretil, que es la parte más costosa y más lenta de la intervención, está ya instalado aproximadamente en la mitad de la extensión del puente, pero la actuación se lleva desarrollando ya varias semanas. Esto da idea de lo que puede tardar el remate de las obras. A mayores, queda la pavimentación, que es una actuación más ligera, y la iluminación, que todavía hay que instalar.
El Ayuntamiento no ofrece mayores datos a los dados a finales del año pasado, que apuntaban a un «avance significativo» de los trabajos en las últimas semanas. «Muy mal dadas tienen que venir» para que el viaducto no esté listo para la celebración de la Semana Santa, aseguraba Pablo Novo a finales de 2024. Con todo, el principal inconveniente de las obras es el trastorno diario que supone a los vecinos de la zona, fundamentalmente a los de la margen izquierda que necesitan cruzar el río prácticamente todos los días.
Cabe recordar que la prórroga sin penalizaciones que aprobó la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Zamora se tomó en contra de los criterios de los técnicos, más favorables a cobrar sanciones desde el primer momento en que las obras comenzaron a retrasarse. Sin embargo, el criterio del equipo de Gobierno fue que ser benévolo con la empresa era lo más conveniente, habida cuenta de las dificultades esgrimidas para conseguir el material (la piedra del pretil, que debía ser, como es, muy similar a la propia del puente).
120 años del derribo de las torres
En este 2025 se cumplen 120 años del derribo de las dos torres del Puente de Piedra, la actuación que seguramente más ha marcado la estética del puente de las muchas que se han realizado a lo largo de la historia. La razón por la que se paso a derruir las torres con las que contaba el puente en sus inicios tienen que ver con su obsolescencia y porque, indica el proyecto actual de remodelación, suponían una carga más que notable para la propia estructura del puente. Sin embargo, “las razones fueron únicamente tendentes a simplificar las necesarias obras de consolidación que precisaba el mal estado” de la infraestructura.
Esta intervención fue indudablemente la que más alteró la estética original del viaducto, que se había mantenido a lo largo del tiempo a pesar de las distintas intervenciones realizadas. Una vez demolidas las torres, “las obras de reconstrucción se plantearon con criterios utilitaristas, sin atender en ningún caso a la preservación de las características formales constructivas o estilísticas del conjunto”. Características que, ahora, al menos en parte, ha pretendido recuperar el Ayuntamiento de Zamora.