El estudio de viabilidad para la posible reapertura de la Ruta de la Plata plantea a las empresas interesadas que estudien la captación del tráfico de otros corredores ferroviarios. En concreto, se estudiará que parte del tráfico de la línea Madrid – Cádiz/Huelva; Madrid – Salamanca – frontera y Madrid – Galicia. Se trata de una de las opciones que se tendrán en cuenta para determinar si, en efecto, la reapertura de la línea resulta rentable desde el punto de vista del tráfico de mercancías y de pasajeros. El proceso de licitación del estudio se encuentra ahora abierto y, una vez resuelto, la empresa adjudicataria tendrá un plazo de dos años para realizarlo.
Es precisamente este periodo de dos años el que critican desde la Asociación Ferroviaria Zamorana, ya que evitaría que la Ruta de Plata se incluyera en la Red Básica de Transporte para el año 2024 al no estar ni siquiera acabado el estudio de viabilidad. El documento es que el fijará las inversiones europeas en los próximos cinco años, pues fijará las infraestructuras prioritarias para los distintos gobiernos. De no incluirse la Ruta de la Plata en este plan, indican desde las agrupaciones ferrovarias, el horizonte de ejecución más próximo se iría ya al año 2050. Demasiado lejos. De incluirse, las obras podrían empezar antes y cumplirse las demandas de las agrupaciones ferroviarias, que exigen que todos los tramos de la vía estén construidos y en marcha antes del año 2040.
El proyecto da detalles sobre cómo sería la futura vía. El corredor tendrá como punto de partida la localidad de Plasencia y tendrá que contar obligatoriamente con la red ferrovaria ya existente. Es decir, no solo se deberán tener en cuenta los puntos de inicio y final, sino los posibles cruces con los radiales regionales, como ocurriría fundementalmente en los cruces con Zamora y con Salamanca. El trazado sería muy similar al de la línea cerrada en 1985, pero evidentemente no idéntico.
Punto de partida
La línea arrancará en Plasencia y para ello es necesaria una coordinación con las actuaciones planificadas y en marcha, como la línea de alta velocidad de Madrid a Extremadura y el estudio informativo de la nueva estación de Plasencia, que se licitará próximamente. Una de las opciones con más fuerza es «encontrar soluciones» que hagan que la línea se inicie directamente en el enlace con la alta velocidad extremeña, en una variante exterior de la ciudad de Plasencia. También se podría estudiar un cambio de ancho de vía en Plasencia con una variante más corta en la localidad. Sea como fuera, ese será el punto de partida. El final estará el León, ya sea en la propia ciudad o bien en Astorga, lo que vendría a «respetar» más el trazado original.
De hecho, se considerará como un condicionante la existencia de caminos naturales o vías verdes sobre tramos de la antigua línea ferroviaria. En consecuencia, los trazados del estudio de alternativas procurarán evitar apoyarse en el antiguo trazado si éste estuviera ocupado por dichas vías verdes, o bien prever su reposición, en la mínima longitud posible, en caso de que, por coexistencia con otros condicionantes, fuera imposible evitarlas.
Línea mixta
La idea del ministerio es que la vía sea mixta, es decir, utilizada tanto para el transporte de mercancías como para el de viajeros. Es decir, la línea buscará encontrarse con los trazados ya existentes y, principalmente, con las plataformas logísticas existentes para el transporte de mercancías, como generadoras de tráfico. En este sentido, habrá que tener en cuenta las prescripciones sobre la necesidad de vías de apartado para trenes de 740 metros acordes con la Red Transeuropea. De hecho, una de las ideas que se han puesto sobre la mesa es que el ferrocarril fuera capaz de absorver parte del tráfico rodado de la autovía Vía de la Plata cargando con los camiones que discurren por la carretera. Un proyecto que, como la propia vía, tiene todavía muchos flecos que concretar.
Un criterio básico, en cualquier caso, es dar servicio ferroviario y vertebrar entre sí a las poblaciones que se beneficiarán del corredor ferroviario, especialmente «las que tengan una población significativa», cuya demanda «podría contribuir a la sostenibilidad de la actuación». De este modo, «será imprescindible estudiar estaciones en Béjar y Benavente, pudiendo ampliarse el estudio de posibles estaciones a otras poblaciones como Guijuelo, Alba de Tormes o La Bañeza«. En cualquier caso, cuando se trate de conexiones con ciudades con red ferroviaria en servicio, como es el caso de Zamora, el estudio que se elabore deberá contar con un análisis detallado de la integración de la nueva vía con la existente.