En el local que en su día fue la sede de una entidad bancaria y en plena calle San Andrés, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León ha abierto este jueves su centro Atiendo en Zamora. Este espacio, que tendrá réplicas en todas las provincias de la comunidad, nace para ofrecer «información, asesoramiento y orientación» a las mujeres víctimas de agresiones sexuales.
El local se ha inaugurado con la presencia de la vicepresidenta de la Junta y consejera de Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, que ha acudido acompañada por su compañera en el Gobierno autonómico Leticia García Sánchez y por Elena Hermo, la responsable de Adavas. Esta entidad, con más de treinta años de experiencia en este ámbito, será la encargada de gestionar el centro en la provincia.
En este escenario, Blanco ha subrayado «el compromiso irrenunciable» de la Junta de Castilla y León contra «la lacra de la violencia machista», y ha abogado por trabajar desde la unidad y de una manera conjunta para erradicarla: «Para ello ponemos sobre la mesa recursos como estos centros de crisis, financiados con los fondos Next Generation», ha advertido la vicepresidenta, que ha incidido en que este lugar físico tiene un complemento virtual clave.
Ese centro virtual está disponible tanto a través de una plataforma como por vía telefónica y por Whatsapp, «y al otro lado están las profesionales para darles a las mujeres lo que necesitan y lo que demandan; ya sea asesoramiento e información, o derivación a la Policía, a un hospital o adonde sea», según ha aclarado Blanco, que ha recalcado que el sistema en red dibujado por la Junta implica también a 1.600 farmacias como puntos seguros para pedir ayuda o información.
«Nuestro modelo se basa en la prevención, en la formación y en la sensibilización, pero también en la atención y en la ayuda a las mujeres para recuperar sus vidas», ha insistido Blanco, que ha animado a las víctimas a que llamen, a que denuncien, a que pidan información». «A las jóvenes les digo que se animen a preguntar, a llamar», ha incidido Blanco, que ha defendido la pertinencia de no normalizar comportamientos como el control del móvil o el uso de imágenes de índole sexual para la extorsión.
Una psicóloga, una trabajadora social y una abogada
Por su parte, Elena Hermo ha explicado que Adavas acumula muchos años de trabajo con estas problemáticas, lo que le confiere al colectivo un conocimiento amplio de las necesidades que tienen las víctimas: «No se nos puede olvidar que son situaciones muy duras y muy difíciles, y que es complicado generar una vida posterior. Por eso, la ayuda que se puede dar desde los centros de crisis es básica y fundamental», ha analizado la experta, que ha resaltado el papel clave del centro virtual.
Además, Hermo ha apuntado que el centro Atiendo contará con profesionales cualificadas: «En todo momento hay una psicóloga, una trabajadora social y una abogada en primera línea que van a estar dispuestas a dar respuesta a todas las cuestiones que puedan surgir en un momento determinado», ha zanjado la responsable de Adavas.