Incluso en provincias afectadas por la despoblación, como Zamora, el problema de la vivienda es uno de los más relevantes de los que ahora hay sobre la mesa, sobre todo para las personas jóvenes. La necesidad de vivienda asequible es imperante, pues las personas con menos recursos se ven obligadas habitualmente a destinar a su primera residencia más del treinta por ciento de sus ingresos mensuales, cifra en la que se estima la cantidad máxima que debería ir destinada a este fin.
Un informe de la consultora Atlas Real Estate Analytics estima que en Zamora sería necesaria la construcción de 13.000 viviendas asequibles para conseguir que las clases menos adineradas destinaran a su primera residencia una cantidad de recursos que permitiera vivir con cierta holgura.
Las dificultades para encontrar una vivienda asequible, ya sea en propiedad o en alquiler, «están alcanzando niveles alarmantes, y esto se refleja en todos los ámbitos, desde los debates en los medios de comunicación hasta las conversaciones en las redes sociales, donde el ruido se ha vuelto ensordecedor», aseguran los impulsores del informe. En este sentido, indican las mismas fuentes que «los precios de la vivienda siguen alejándose del alcance de una parte importante de la población, las tasas de esfuerzo crecen, y los jóvenes, que deberían ser los motores del mercado inmobiliario, ven cada vez más lejana la posibilidad de emanciparse».
El informe asegura que la falta de producción de viviendas, los elevados costes de construcción y la carga impositiva son causas fundamentales a la hora de explicar la escasez de vivienda en España, situación que afecta también a Zamora. Los expertos apuntan además al acceso limitado al crédito (con restricciones de financiación y requisitos de entrada inicial de más del veinte por ciento del precio de la vivienda).
Las consecuencias son conocidas. Primero, una tasa de esfuerzo muy elevada que hace que, sobre todo los jóvenes, deban destinar más del 35% de sus ingresos al alquiler y cerca de seis de ingresos para poder acceder a la compra. A su vez, esto provoca retraso en la emancipación, con una edad media de más de treinta años, dato que se eleva a los cuarenta (en el total nacional) a la hora de comprar un inmueble.
Entre las soluciones propuestas está incrementar la oferta de suelo, fomentar la colaboración público privada, la reducción de costes o fomentar la rehabilitación y reconversión de edificios.