«Muchos de los ataques no están siendo reconocidos porque la proliferación de buitres y carroñeros se ha multiplicado. Lo que no come el lobo lo hacen desaparecer ellos y no dejan más que el esqueleto». La Unión de Zamora – UCCL asegura que los daños causados por el lobo en las explotaciones ganaderas de la provincia son crecientes y exigen a la Junta que agilice las compensaciones y al Estado que vuelva a permitir la caza controlada al norte del Duero.
Representantes de la Unión, en una reunión con el delegado de la Junta en Zamora, Fernando Prada, solicitan que «se reconozcan los daños reales del lobo sobre las explotaciones» al tiempo que se elabore «un control poblacional» de la especie. «Tenemos a la ganadería extensiva en retroceso mientras los ataques se están multiplicando», añaden las mismas fuentes. Antonio Jesús, presidente de la Unión de Zamora, subraya que la gestión del lobo «no se está realizando de manera responsable, ya que los ataques continúan sin compensar adecuadamente a los ganaderos por las pérdidas y los costos asociados a estos eventos».
Uno de los ganaderos afectados, Germán Porris, asegura que el sector está «psicológicamente afectado, ya que ni siquiera nos podemos permitir el lujo de conciliar el sueño porque el lobo mata de día y de noche». La organización insta a elaborar un «estudio en condiciones» que especifique «qué cantidad de lobos se puede llegar a mantener y en qué zonas, para asegurar que su presencia no repercuta en un mayor daño para el ganadero».