No hay manos suficientes para poder tramitar todo el papeleo necesario para acceder a las subvenciones que se convocan y las familias tampoco reciben ayudas para poder hacer frente a los gastos. Esta es la complicada tesitura económica en la que se mueve La Asociación Zamorana de familiares de Autismo, TDAH y TGD (Azadahi). Un colectivo que se confiesa «muy ajustado» con los servicios que ahora presta y que espera que la situación aclare el año que viene para «que no nos toque prescindir de alguna actividad» de las que se realizan en la asociación.
La situación actual es la que sigue. La asociación no ha recibido una de las ayudas del Ayuntamiento de Zamora, que iría destinada a la realización de talleres, porque no se llegó a cumplir con toda la tramitación previa, aunque el propio Consistorio sí que concedió otra para la realización de un evento. Azadahi está esperando además a que se publique la concesión (esperan que esté concedida) de una subvención por parte de la Diputación de Zamora destinada al alquiler del local, de más de tres mil euros. «No tenemos a ninguna persona contratada, esto lo llevamos las familias y no damos abasto para cumplir con todos los pasos», apunta Cynthia Garrote, presidenta.
Los costes de alquiler, además, se han incrementado. La agrupación compartía sede con Cruz Roja en la calle de Colón, pagando el alquiler a medias. Sin embargo, la ONG se ha mudado y el alquiler recae ahora totalmente en la agrupación de familiares de Autismo, TDAH y TGD, lo que se traduce en seiscientos euros mensuales más gastos. A los que hay que sumar los sueldos de la psicóloga y la logopeda. En total, más de cinco mil euros al mes.
Los servicios se pagan con lo que aportan las familias, que abonan cantidades acorde a los servicios que necesitan o que se pueden permitir. Por ejemplo, la hora de psicóloga para los niños con este trastorno se va a los 29 euros. La hora de logopeda, a los 25 y las jornadas de apoyo varían de precio en función de las actividades o talleres que se realicen.
En Azadahi hay 54 familias, muchas de las cuales no reciben ninguna ayuda económica. Garrote explica que los niños con autismo sí tienen una ayuda concedida por parte de la Junta, pero que no hay nada para los que tienen TDAH, que son muchos. «Son críos que tienen más necesidades, y es muy frustrante cuando quieres dar a tus hijos una ayuda que no te puedes permitir. Necesitan psicólogos, logopedas… y en Zamora no hay ningún colectivo especializado en ellos», apuntan las mismas fuentes. Se juntan, por tanto, dos dificultades: la de la propia asociación, sin personal para tramitar las subvenciones, y la de unas familias que reciben pocas ayudas públicas.
Eventos y otras vías de financiación
Para suplir carencias económicas la agrupación se vuelca en la organización de galas solidarias, eventos o recaudaciones de fondos que suplan el dinero que se resiste a llegar por otras vías. Así, la presidenta explica que este año 2024 «está salvado», pero pide «ayuda» para el que viene. «Nos sube bastante el alquiler y como no recibamos ningún ingreso extra más, lo vamos a pasar más», apostilla.