Menos oportunidades de trabajo, más cargas en los cuidados y más tendencia a marcharse a las ciudades. La realidad de las mujeres rurales es tozuda, y tiene que cambiar. Así lo ve la investigadora de la Universidad de Turín, Alessia Bertuca, miembro del proyecto Ruractive en el que está implicada la Diputación de Zamora y ponente este jueves en la sesión vespertina del Congreso Internacional Silver Economy que se está celebrando en el Teatro Ramos Carrión.
Bertuca, experta en el área de regeneración rural, ha abordado la situación particular de las mujeres que viven en núcleos despoblados y ha dejado claro, con datos, que la carga de cuidados para ellas «es desproporcionada». «En general, en Europa, las mujeres asumen el 80% de estos trabajos en casa, pero en las zonas rurales el porcentaje es incluso mayor», ha abundado la italiana, que ha apelado a la justicia social para demandar un cambio en ese sentido.
La investigadora ha defendido proyectos como Ruractive para «empoderar a las comunidades rurales», y particularmente a las mujeres, con el fin de fomentar un cambio que permita que se superen ciertas barreras. «Hay problemas que afectan a todos, como la limitada accesibilidad a los servicios, el envejecimiento o la brecha digital, pero hay ciertos segmentos de la población que los padecen más», ha remarcado Alessia Bertuca.
En ese sentido, la experta italiana ha indicado que, a la sobrecarga de cuidados y la falta de apoyo en lo que tiene que ver con la atención a los niños, a los mayores y a las personas discapacitadas, las mujeres rurales se encuentran en una posición de «desigualdad económica» por sus problemas de acceso al mercado laboral y una cierta vulnerabilidad.
El resultado de este caldo de cultivo es que «más mujeres que hombres migran a las zonas urbanas», lo que incide en el fenómeno de la masculinización de los pueblos, que resulta perfectamente perceptible al mirar los datos de los municipios zamoranos.
«Lo que necesitamos son políticas que reconozcan la importancia de las mujeres en las áreas rurales», ha recalcado Bertuca, que ha insistido en que las instituciones tienen que invertir para revertir esa masculinización y que ha opinado que el colectivo de mujeres «silver» puede resultar «clave a la hora de revitalizar las zonas rurales». «Es una oportunidad estratégica», ha remachado la investigadora.