Amistad, esa sonata que se compone sobre el pentagrama de la vida y se ejecuta, casi siempre, a los acordes del corazón».
La cita, de Herminio Ramos, adorna desde ahora las escaleras que comunican la calle de Rodrigo Arias con la calle de Trascastillo, en el corazón del barrio de Olivares. Está plasmada en los propios peldaños, está hecha con cerámica y forma parte del proyecto, comandado por el Ayuntamiento de Zamora, que pretende que el barrio recupere «parte de su identidad histórica» de la mano de la cerámica. El proyecto contempla «salpicaduras artísticas» por todo el barrio, como un letrero en la calle de La Solana, junto al Duero, y un banco decorado a modo de mosaico en la esquina que forman Trascastillo, Rodrigo Arias y Santa Colomba.
Detrás de ello anda Víctor Hernández, artísticamente «Víctor K», de Kolorez. «Tratamos de mejorar el entorno urbano y montar un proyecto que vincule el patrimonio y la identidad cultural» del barrio, donde el proceso tiene más importancia que el propio resultado. «Pretendemos dar la espalda a la competitividad, al individualismo, y hacer todo lo contrario. Es decir, no tener miedo al error, ser valiente y hacer las cosas sabiendo que podemos equivocarnos. No buscamos un resultado, buscamos un proceso».
Hernández, que hoy ha participado por el recorrido a las nuevas aportaciones junto con los concejales María Eugenia Cabezas y Pablo Novo, remarca que las intervenciones son «parte de un proyecto un poco más amplio que quiere ampliarse a toda la ciudad» desde el barrio de Olivares, en el que los vecinos están «encantados» con el resultado, como indicaba un paseante que esta mañana se detenía a contemplar las nuevas obras. «Queremos compartir momentos y ser colaborativos», apunta Víctor K.
Los impulsores del proyecto tienen claro que no tiene sentido replicar la cerámica de Olivares ahora tal cual era hace décadas, en parte por la ausencia de artesanos en el barrio. «Queremos experimentar los caminos artísticos que se nos pueden abrir de cara al futuro. Este año estamos contentos porque el proyecto ha funcionado, pero nos faltan cosas que queremos ampliar el año que viene», concluye el artista.
«Recordar la cerámica»
«Teníamos la intención de recordar y, de alguna manera, recuperar la presencia de la cerámica en el barrio», asegura María Eugenia Cabezas, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Zamora. «Queríamos traerla a los nuevos tiempos, adaptarla a los nuevos lenguajes. No traer el pasado al presente, sino redescubrir el pasado dándole una lectura mucho más actual», indica Cabezas.
Así, se comenzó con la celebración de talleres artísticos con los vecinos con la idea de «aunar esa herencia cultural tan típica, que es la cerámica, y de embellecer ciertos rincones de un barrio que es muy emblemático para los zamoranos», concluye la concejala.