La bóveda de la nave lateral, la nave central (que necesitaba de una estabilización), así como un refuerzo temporal para poder trabajar en la cabecera del templo. Eso y un apeo provisional que se instalará próximamente en el pórtico de la parte sur del templo «por seguridad». Los primeros trabajos que se han comenzado a acometer en la iglesia de San Pedro de Villalpando permiten comprobar, asegura el arquitecto encargado de la obra en declaraciones a este periódico, que el templo estaba peor de lo esperado. «Por suerte, parece que se ha actuado a tiempo», asegura Claudio Pedrero Encabo.
Los trabajos se encuentran en estos momentos en una primera fase, en la que se va a comenzar a actuar por la cabecera. Los operarios, guiados por los responsables de la obra, han instalado ya algunos apeos que se antojaban necesarios cuando se ha podido subir por fin a inspeccionar la cubierta de la iglesia, el punto del que emanan todos los males que afectan al inmueble. El más importante es un apeo que se ha instalado para frenar el desplazamiento de la estructura de la cubierta de la nave, que es de madera, que se estaba venciendo contra la bóveda, con el riesgo estructural que ello conllevaba.
La idea de esta solución temporal es que la estructura deje de empujar, mientras que se ha instalado un apoyo más, desde abajo, para mantener las bóvedas en su posición. «Los problemas estructurales, que son serios, los hemos visto cuando hemos podido acceder al espacio entre las bóvedas y la cubierta de teja de la iglesia», asegura Pedrero. «Ahora está sujeto, está asegurado para poder intervenir, los próximos pasos están encaminados a consolidar la estructura», añade el arquitecto.
Con todo, Pedrero Encabo asegura que la situación estaba a grandes rasgos prevista y que no tendría que afectar a la planificación de los trabajos. Unos trabajos que están estructurados en su parte inicial en dos fases, que se deberían ejecutar de forma prácticamente consecutiva. La primera fase contempla la actuación en la cubierta de la cabecera y, si se puede, en toda la nave, hasta la parte de abajo. La segunda fase conllevaría acabar la nave, en caso de que no pueda hacerse en la primera etapa, y actuar en el resto de las cubiertas. El apeo provisional en el pórtico sur forma parte de esta segunda fase, pero se ejecutará antes «por seguridad», puntualiza el arquitecto.
Financiación
La Fundación ZamorArte, en colaboración con la diócesis de Zamora, ha coordinado los esfuerzos necesarios para iniciar esta fase de la obra, que contempla el reemplazo de áreas dañadas en la cubierta, así como la consolidación estructural de la cabecera de la iglesia.
Desde el pasado mes de abril, se han recaudado más de 60.000 euros, gracias a las aportaciones de vecinos y foráneos que están firmemente comprometidos con la recuperación de este templo villalpandino. Un esfuerzo colectivo, capitaneado por la comisión Salvemos San Pedro, que ha sido fundamental para hacer posible esta primera intervención. Mientras que la Diputación Provincial ya ha desembolsado algo más de 200.000.
Por otra parte, la campaña de recaudación de fondos continúa activa con la organización de eventos y actividades destinados a financiar las próximas etapas del proyecto, que incluyen el objetivo de convertir el templo en un museo de arte sacro, abierto al público y destinado a la conservación y difusión del ingente patrimonio religioso y artístico de Villalpando.
La Fundación ZamorArte y la Diócesis de Zamora siguen trabajando para asegurar fondos adicionales, colaborando con empresas privadas e instituciones que han mostrado interés en preservar este monumento histórico. La comisión Salvemos San Pedro también ofrece lotería de Navidad y, próximamente, calendarios con imágenes de Villalpando, como parte de su campaña de recaudación.