La iglesia de Santa María la Real, de La Hiniesta, estrena una intervención con «mucho oficio» que presenta un edificio más protegido contra el paso del tiempo, que respeta las características del templo y que da lustre tanto al propio templo como a lo que contiene. Una actuación comandada por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte y por la Fundación Iberdrola España que ha tenido como objetivo «frenar la degradación» de la portada monumental y mejorar la iluminación interior.
Para frenar la degradación de la portada y mejorar sus condiciones de conservación se han realizado acciones de limpieza de bóvedas y paramentos verticales. Se han restaurado, asimismo, la puerta de acceso y el pavimento del atrio y también se han recuperado los volúmenes arquitectónicos, mediante injertos pétreos y mortero de restauración. Además, se ha mejorado la cubierta, con la inclusión de un sistema de evacuación de agua.
El consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, incide en que además se han introducido «elementos de monitorización» para acometer actuaciones preventivas siempre que sea necesario. «Apostamos por las actuaciones preventivas más que por las correctivas, que son más caras y engorrosas. Es mejor ir por delante de los problemas y adelantarse para preservar los espacios», añade el consejero.
Por su parte Fernando García, presidente de la Fundación Iberdrola España, en la línea de lo expresado también por el consejero, aboga por la «unión institucional» y por «tejer alianzas» entre administraciones y empresas privadas para favorecer este tipo de actuaciones. En la provincia de Zamora, el Plan ha llevado a cabo diferentes actuaciones en iglesias como las de San Juan de Puerta Nueva y San Vicente en la capital, o en otras como San Martín de Castañeda, San Pedro de la Nave en El Campillo, Santa María Magdalena de Cozcurrita, San Juan de Fermoselle, Santa Eulalia de Muga de Alba, Nuestra Señora del Carrasco de Pinilla de Fermoselle, Nuestra Señora de la Asunción de Pobladura de Aliste, Santa Marina de Sejas de Sanabria o en la ermita de Nuestra Señora de Fernandiel en Muga de Sayago. Para todos y cada una de las actuaciones se cuenta con el apoyo técnico de la Fundación Santa María la Real, así como la colaboración de las diócesis de cada territorio, en este caso, la de Zamora.
La iluminación del templo
La nueva iluminación del templo pretende, en palabras del arquitecto de la obra, «crear un ambiente propicio para la contemplación monumental y para lo que es un edificio de estas características». Así, Jesús Castillo incide en que, a mayores de la contemplación «como recurso artístico y cultural», este es un edificio «donde se celebra una liturgia y donde la iluminación debe ayudar a transmitir el significado que eso tiene». Se han sustituido así las lámparas que había en el retablo por otras más acordes, creando «una serie de escenas diferenciadas para poner en relieve ciertos elementos que tiene la iglesia, como su interior o el retablo».
Un plan que tiene como objetivo «contar una historia a través de la propia iluminación», con unas luces «muy sutiles». Se ha trabajado además en ocultar el cableado para que el visitante o los feligreses no perciban la instalación lumínica.
La portada norte
El alcalde de La Hiniesta, Ricardo Casas, celebra por su parte el renovado aspecto del templo y el «esfuerzo realizado» por la Consejería en «realizar toda la intervención bajo unos criterios estéticos y técnicos». En esta línea, Casas incide en que lo que ahora toca es preparar la puerta de acceso norte, que posibilitaría hacer el templo más accesible a personas con movilidad reducida, que no pueden pasar ahora al interior de la iglesia por las escaleras existentes en la entrada principal.
Juan Carlos López, del Obispado de Zamora, asegura que el plan para abrir esa puerta, la del lado norte, está ya en marcha. «Los arqueólogos están ya haciendo el pertinente estudio y esperamos que, para la siguiente romería, esté ya hecho» y que los zamoranos y turistas «ya puedan entrar y salir del templo por esa fachada».