El delegado territorial de Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Castilla y León, Manuel Mora, no llegó a conocer a Francisco Morán Samaniego, pero se siente «su discípulo». Y no es el único dentro de su campo. La influencia de este «eminente meteorólogo» y «destacado científico» llega hasta el punto de que se le considera el «pionero de la física del aire en España», una categoría que no le había servido, hasta ahora, para tener un reconocimiento en la ciudad que le vio nacer.
Y es que Francisco Morán vio la primera luz en Zamora un 22 de septiembre de 1901. Concretamente, en la calle San Torcuato número 25. Este miércoles, sobre esa misma fachada, los responsables de la Aemet, de la Subdelegación del Gobierno y del Ayuntamiento han descubierto una placa en su honor. Al menos, para poner de manifiesto la relevancia de su figura, a la espera de más acciones para sacar a aquel meteorólogo fallecido en 1984 del olvido que sufrió.
El encargado de hacer la semblanza de su figura en el breve acto que ha tenido lugar en el citado emplazamiento de San Torcuato ha sido el propio Manuel Mora, que ha hablado de Morán Samaniego como de un sabio capaz de aunar el rigor con la pedagogía. El responsable de la Aemet ha citado la obra Apuntes de la termodinámica de la atmósfera, publicada en 1944, y la ha tildado de «obra magna». Además, ha aprovechado para reclamar que el futuro centro cívico de la ciudad lleve el nombre del ilustre meteorólogo.
Los políticos, por su parte, también han insistido en el elogio a Morán Samaniego. El subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco, ha señalado que ni siquiera él, que compartía raíces en Morales de Toro con el homenajeado, sabía de la existencia del meteorólogo hasta que surgió esta iniciativa para reconocer su figura: «Uno de sus alumnos fue Mariano Medina, el hombre del tiempo de la televisión», ha recordado el dirigente.
Por su parte, Guarido ha admitido como una posibilidad que el nombre de Morán Samaniego aparezca en el letrero del futuro centro cívico, aunque ha matizado que habrá que poner sobre la mesa las distintas opciones de la mano de la Junta, la institución. que promueve la obra.
Las visitas a la tía Manuela
Ya después del acto y del descubrimiento de la placa, uno de los hijos del homenajeado, Juan Antonio Morán, ha destacado el zamoranismo de su padre, sus estudios en el Claudio Moyano y sus visitas recurrentes a la tía Manuela durante gran parte de su vida. Lo que no tiene claro su hijo es el porqué de la vocación de meteorólogo. «El caso es que ingresó en el servicio como ayudante, aquello le gustó mucho y se fue a Alemania para especializarse», ha apuntado el descendiente. El resto, como se suele decir, es historia. Y desde este 13 de noviembre ha dejado de ser olvido.