Zamora, año 1673. El diario del Merino Mayor Antonio Moreno de la Torre ya describe la costumbre de visitar nacimientos en la ciudad. La tradición implicaba a todo el pueblo en aquella segunda mitad del siglo XVII, y lo que se hacía en aquellos tiempos ha servido de inspiración ahora para que La Morana prepare su propio montaje vinculado a la época pretérita. Así lo ha explicado el responsable de la asociación, Francisco Iglesias, que ha presentado junto al vicepresidente primero de la Diputación, Víctor López de la Parte, y la representante de la Fundación Caja Rural, Laura Huertos, su propuesta para esta Navidad en La Encarnación.
La Morana ha mirado al pasado, a la época barroca, y lo ha hecho con la ambición de montar un belén particularmente llamativo, en el marco de la celebración de su vigésimo quinto aniversario de vida. «Es la esencia de la tradición, pero con el matiz del barroco, de uno de los mejores momentos del belenismo», ha explicado iglesias, que ha revelado que el montaje cuenta con cerca de 400 piezas datadas entre los siglos XVI y XX.
La exposición, que se abrirá como es costumbre en la sala de la Encarnación, se estructurará en base a varios capítulos que irán desde el concepto del belén en la época a la que evoca hasta los nacimientos en función del ámbito, con los conventos, la Catedral o los propios hogares como marco.
El belén ocupará la totalidad de la sala, aspira a superar los 30.000 visitantes, con la visita de escolares y con apertura nocturna para grupos reducidos, y tendrá como principal novedad la inauguración temprana. La muestra estará disponible para el público a partir del 6 de diciembre y hasta el 6 de enero. Es decir, se podrá disfrutar a partir del puente y a lo largo de toda la Navidad.
«Esa era una de las aspiraciones», ha admitido Iglesias, que ha incidido en la dificultad de articular todo este montaje tirando del hilo del contexto histórico: «Ha sido un reto», ha remachado.