En un esfuerzo colectivo por visibilizar una “realidad oculta y alarmante”, el Ayuntamiento de Zamora, en colaboración con la Subdelegación del Gobierno, promueve las III Jornadas de Trata y Explotación Sexual, un evento ya consolidado en la agenda municipal, que ha reunido en La Alhóndiga a expertos, organizaciones de apoyo y Fuerzas de Seguridad para analizar y debatir sobre una problemática que afecta a miles de personas.
La concejala de Igualdad, Auxi Fernández, y el subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco, fueron los encargados de abrir las jornadas con el compromiso institucional de seguir luchando contra lo que han calificado como “la nueva esclavitud del siglo XXI”. Durante la presentación, Auxi Fernández enfatizó que la trata y explotación sexual constituyen delitos de “lesa humanidad” y subrayó el papel fundamental de estas jornadas para movilizar a la sociedad y visibilizar una de las industrias ilícitas más lucrativas a nivel mundial.
“La explotación de mujeres vulnerables, tratadas como mercancía, es una realidad inaceptable en una sociedad que defiende la dignidad y los derechos humanos”, subrayó la concejala de Igualdad.
Por su parte, Ángel Blanco alertó sobre las nuevas formas de captación y control de víctimas, especialmente a través de medios digitales y redes sociales, que desafían a las autoridades en su esfuerzo por combatir estas redes de explotación. “La colaboración ciudadana es clave, porque este fenómeno se ha hecho cada vez más difícil de identificar y combatir en espacios privados donde las fuerzas de seguridad tienen un acceso muy limitado”, afirmó Blanco.
Durante la primera jornada, Rosa Cobo explicó el funcionamiento de la industria de la explotación sexual, que describió como “una economía criminal de altos beneficios y mínimos costes para los explotadores”, basada en la mercantilización de los cuerpos de mujeres que, en la mayoría de los casos, se encuentran en situación de pobreza y vulnerabilidad extrema. Para Cobo, la lucha pasa por un enfoque abolicionista y por una reforma legislativa que penalice tanto el proxenetismo como a los “puteros”. “Sin sanciones para ellos, esta forma de explotación no desaparecerá”, zanjó.
La directora ejecutiva de APRAM, Rocío Mora, fue la siguiente en intervenir para destacar las cifras “alarmantes” de la trata en España. En el último año, la organización que dirige ha asistido a más de 5.600 mujeres, de las que 2.100 ya reciben apoyo para salir de esta situación.
En su intervención, Mora subrayó la necesidad de una mayor detección y atención integral para las víctimas, además de denunciar el aumento de mujeres de origen colombiano en redes de trata tras la pandemia. “El crimen organizado perfecciona sus métodos cada día; necesitamos apoyo institucional y ciudadano para hacer visible este flagelo y enfrentarlo de manera efectiva”, recalcó.
Mientras, y según adelantó el subdelegado del Gobierno, las Fuerzas de Seguridad han identificado este año en la provincia de Zamora a 123 personas en situación de riesgo y han rescatado a cinco víctimas, en su mayoría vinculadas a explotación sexual, aunque también a explotación en sectores como el agrícola y ganadero.
El Ayuntamiento de Zamora fue uno de los primeros consistorios en adherirse a la Red de Municipios Libres de Trata, según un acuerdo de Pleno de noviembre de 2015, en una moción respaldada por la totalidad de los grupos políticos municipales.