¿Cuántas veces diré sí cuando quería decir no?
¿Cuántas veces diré no cuando quería decir sí?
¿Cómo no tener miedo?
¿Y si no quiero saltar?
¿Y si me da miedo saltar?
¿Qué le dirías a tu yo del pasado?
Las ganas de vivir, de «comernos el mundo», de sentir, «de sentirme mujer, de sentirme hombre. De sentir que el mundo es nuestro y el futuro es nuestro». Las normas. Las obligaciones. Las expectativas y las frustraciones. El poder, y el abuso de poder. De la diferencia entre generaciones, del muro invisible que hay en padres e hijos. Y de las siempre complicadas relaciones familiares, los temas tabú y las perspectivas de futuro.
De todo esto, y sobre todo, de la manera en la que lo ven los jóvenes. El Teatro Principal, la Consejería de Educación y la Consejería de Servicios Sociales se dan la mano para poner sobre las tablas del liceo zamorano el proyecto «Increíble, indecente». Bajo la dirección de Teresa Ases, once chavales de distintos colegios de la capital, versados más, menos o nada en las artes escénicas, se lanzan a interpretar la adaptación de «El despertar de la primavera», Frank Wedekind, una «tragedia de la adolescencia extraviada».
El proyecto quiere explorar y reflexionar sobre la experiencia de la adolescencia a través de la participación activa de adolescentes de la ciudad.Los desafíos, las alegrías y las dificultades a las que se enfrentan los jóvenes en esta etapa de transición centran la escena. Como el reparto vive en su día a día los temas que se tratan en la obra, la representación fluye con una soltura impropia teniendo en cuenta que muchos de los jóvenes son noveles en la materia.
Los actores interactúan entre ellos y recrean un texto que está minado de experiencias propias, de preguntas que los jóvenes seguro se formulan a sí mismos en la intimidad de su habitación o comparten con sus amigos más cercanos. Lo que la obra propone es la oportunidad de hacer partícipes a los adultos, a los que miran desde abajo, de la situación interior de los adolescentes.
Un espacio de reflexión
La idea del proyecto es que los actores y el público adolescente se sientan identificados en un texto adaptado para ellos, que «se empoderen cuando reconozcan la importancia de su voz y su capacidad de influir en su propio desarrollo». La obra, anuncia el Teatro, termina con un espacio de reflexión y discusión en el que los adolescentes pueden compartir sus inquietudes, preguntas y pensamientos.
La elección de la obra de referencia, «El despertar de la primavera», es más que acertada desde el punto de vista dramático. El texto motivó un importante escándalo en su época al abordar temas tan complejos como el despertar de la sexualidad en la adolescencia, describiendo escenas que iban desde el erotismo hasta la muerte. Evidentemente, sin alcanzar esos extremos, las preguntas que los adolescentes lanzarán al aire pueden todavía clavarse como pequeños puñales las conciencias del público asistente, sobre todo en las del público familiar.
Los actores apuran las últimas horas de ensayo antes del estreno. La obra se representará este viernes a las ocho y media de la tarde y las entradas todavía están a la venta en la web del Teatro Principal.