El Ayuntamiento de Zamora ha finalizado las obras incluidas en el proyecto de urbanización en La Vaguada, que permite a los vecinos disfrutar de un nuevo paseo peatonal de siete metros ubicado en la trasera de los edificios, un espacio que estaba en desuso y muy deteriorado. También están listas ya las 100 plazas de aparcamiento gratuito que se han habilitado en la zona, tras unas intervenciones que se han ejecutado en poco más de un mes, con un coste de 48.000 euros.
El concejal de Obras, Movilidad, Infraestructuras y Participación Ciudadana, Pablo Novo, puso en valor un proyecto que no solo revitalizará los espacios públicos del entorno y desahogará de tráfico el centro de la ciudad, también acabará con la congestión de tráfico que se produce en horas punta, desde la piscina municipal cubierta hasta el colegio Sancho II.
Esta actuación provocó hace casi dos años una serie de quejas por parte de algunos vecinos, que reclamaban al Ayuntamiento el uso exclusivamente peatonal del espacio, y derivó en cambios en el proyecto para ampliar el itinerario peatonal hasta los siete metros y colocar una valla de protección para que los residentes puedan caminar con seguridad.
El concejal de Obras mostró su satisfacción por la conclusión de un plan de urbanización que gana una “zona útil” para la ciudad y que revitalizará unos 26.000 metros cuadrados de zonas de esparcimiento en un radio de 200 metros, un recorrido que también alberga hasta 13 edificios públicos.
Varias fases
Las obras se han dividido en tres fases. La primera actuación se encaminó a la regulación del estacionamiento en los dos viales que no contaban con ningún tipo de señalización, para después habilitar el parking gratuito, mediante la eliminación de los dos “fondos de saco laterales”. Se mantiene, además, la bidireccionalidad en los dos carriles de acceso, como en el propio vial de la parte trasera, con el fin de garantizar y flexibilizar la movilidad en torno a estos edificios.
Junto a esos trabajos de obra civil, el grueso de las labores se ha centrado en las marcas de señalización vial, para configurar todas estas plazas de estacionamiento, así como el vial de circulación. También se han instalado los conocidos como bolardos en U, que son “únicamente elementos para proteger las farolas” y, por último, se ha consiolidado ese espacio estrictamente peatonal junto al estacionamiento, que aprovecha el bordillo ya existente para delimitar lo que es la zona de estacionamiento y circulación del espacio peatonal.
Con esa actuación ha quedado habilitado un paseo peatonal de 7 metros de longitud y más de 1.000 metros cuadrados de superficie, con suelo antideslizante en colores rojo y verde, que simula los colores de la Seña Bermeja, lo que ayuda, además, a visibilizar y a diferenciar el espacio peatonal de la zona de tráfico rodado.
A petición de los vecinos y vecinas, también se ha instalado una valla de seguridad en esos 140 metros aproximadamente de longitud del espacio peatonal, a excepción de tres puntos concretos para facilitar el acceso a las personas con movilidad reducida. Los trabajos se han aprovechado para instalar cuatro bancos de polietileno de colores y dos jardineras del mismo material.