El obispo de Zamora estará de baja en torno a un mes tras la operación a la que será sometido este miércoles para solucionar una estenosis en la columna vertebral. La dolencia no es grave, pero exige una intervención quirúrgica y el consiguiente periodo de reposo, que apartará a Fernando Valera de sus funciones hasta finales de octubre o principios de noviembre, si todo marcha según el guion previsto.
Por lo pronto, el prelado ya ha tenido que aplazar la visita pastoral al arciprestazgo de Aliste y Alba, según ha confirmado la diócesis a través de un comunicado remitido a los medios en el que ha admitido que Valera se encuentra «apenado por tener que posponer lo que es un acontecimiento para las parroquias y para el propio pastor».
Por otro lado, el obispo recibió este lunes el sacramento de la Unción de los Enfermos, un ritual «lleno de esperanza, que brinda consuelo, sanación y preparación espiritual».