8 de abril del año 2023, Talavera de la Reina. Aquel día y en esa ciudad, el CB Zamora disputó el último partido de la liga regular del grupo oeste de la LEB Plata en la temporada 2022-2023. Ya clasificado para el play off de ascenso, el equipo blanquiazul perdió por 68-62. Ni en los planes de los más optimistas entraba entonces la posibilidad de que aquella fuese a ser la última derrota fuera de casa en 539 días. Y sin parones por la pandemia o cosas extrañas que condicionaran la estadística. Tal como vino. Hasta el 28 de septiembre de 2024, los hombres de Saulo Hernández no volvieron a perder un partido de temporada regular o de eliminatorias por el ascenso fuera del Ángel Nieto.
La narración de la serie de 18 triunfos consecutivos tras aquel tropiezo casi inocuo en Talavera es la historia de una gesta deportiva. Cuesta calificar de otro modo una racha casi inalcanzable en estas categorías, y menos para un equipo alejado de los presupuestos dominantes o de las historias que obligan a ganar fin de semana tras fin de semana. El CB Zamora, primero bajo la marca de Zamora Enamora y ahora con la denominación de Caja Rural, fue venciendo a pulso, empezando por las eliminatorias de play off de aquella campaña 22-23, aunque el ascenso aún tuviera que esperar.
Y es que el CB Zamora ganó (y eliminó) al Benicarló en primera ronda, en aquella primavera del 23, y más tarde venció (pero no remontó) en la cancha del CB Prat en la siguiente. Los hombres de Saulo Hernández se quedaron fuera de la pelea por la LEB Oro, pero iniciaron en aquellas rondas una racha que se prolongó de forma inverosímil durante toda la temporada 2023-2024.
Lo cierto es que en esa campaña, la más reciente, el CB Zamora arrasó en casa y fuera. Pero sobre todo a domicilio. Durante la temporada regular, nadie pudo hacer valer el factor cancha para tumbar a los blanquiazules. El Algeciras fue el equipo que más cerca se quedó (88-93), pero las victorias siempre viajaron en el equipaje de los chicos de Hernández, que dejaron una marca particularmente fuerte en Melilla (48-89) o en Ponferrada (64-95).
Ya durante la segunda vuelta, los zamoranos consolidaron la primera plaza del grupo sin dejar de ganar fuera, se llevaron por el camino la Copa LEB Plata (en casa) y alcanzaron por fin la final por el ascenso en la eliminatoria de campeones. El rival, el Odilo Cartagena, víctima de los blanquiazules en la cita copera. Los de Saulo Hernández sumaron la decimosexta consecutiva a domicilio en aquella final (60-69), pero vieron cómo el ascenso por el camino corto se les iba en casa.
Clave en la vía larga
Tocaba seguir por la vía larga, y la fortaleza a domicilio fue vital para el éxito de aquella empresa. Primero con el golpe sobre la mesa en Huelva en la primera ronda (58-78) y, ya en la eliminatoria decisiva, con el triunfo más ajustado de esta trayectoria triunfal (87-89 en Albacete). Ya en el Ángel Nieto, el CB Zamora cerró su ascenso a LEB Oro (ahora Primera FEB) para cerrar un año mágico. Tanto en casa como fuera, pero sobre todo en pista ajena. Las visitas no fueron precisamente de cortesía.
La racha se cortó finalmente un 28 de septiembre de 2024 en Menorca (76-69), en el debut en la nueva categoría. Era cuestión de tiempo. Aún así, el CB Zamora hizo lo que debía hacer el día en el que se quebró la trayectoria inmaculada: competir hasta el final, contra un rival de entidad y en la liga en la que se ganó el derecho a estar. Lo hizo peleando por las canchas de España, dejando víctima tras víctima durante 539 días difíciles de olvidar para el club.