La Villa Romana de Camarzana de Tera contará con una inversión de más de 270.000 euros para la contratación de obras de eliminación de humedades con el objetivo de recuperar y mejorar del uso de este espacio para la visita turística al yacimiento. Esta intervención tiene plazo de ejecución previsto de seis meses.
Los restos arqueológicos localizados en Camarzana de Tera se identifican con una villa romana bajoimperial. Esta villa es conocida ya desde la segunda mitad del siglo XIX, pero no será hasta las intervenciones arqueológicas promovidas por la Junta de Castilla y León a partir del año 2007 cuando se realice una investigación en profundidad del yacimiento que ha permitido documentar una pequeña parte del conjunto habitacional de la villa. Los mosaicos que decoran gran parte de las estancias conocidas permiten valorar este yacimiento entre los conjuntos más señalados del arte musivo de Castilla y León.
La intervención
Se inició marzo de 2007, excavando una superficie de 64 metros cuadrados. Ante los importantes resultados obtenidos se amplió la intervención sobre la totalidad del solar, exhumando la planta hoy conocida y musealizada. Tras estos trabajos, se realizan labores periódicas de control y seguimiento de su estado de conservación y en el año 2019 se detecta presencia de humedad en puntos localizados del yacimiento.
Esta situación lleva a analizar sus posibles causas y a adoptar distintas medidas de conservación dirigidas al mantenimiento de la envolvente de los restos arqueológico y en 2022 se inicia el estudio de esta problemática para diagnosticarla adecuadamente y buscar las soluciones más efectivas.
Se entiende que esta presencia de humedad puede estar generada por su acceso desde el subsuelo y por falta de efectividad de la envolvente y se realizan estudios geotécnicos para evaluar si se pudiera tratar de un ascenso de nivel freático y conocer mejor los diferentes estratos del terreno: hay una primera capa de rellenos, que es algo permeable, y bajo ella una capa bastante impermeable de arcillas, que puede actuar reteniendo el agua que llegue hasta ella. Las inundaciones del yacimiento, que se han producido en varias ocasiones desde 2018, agravan el problema y se detectan algunas goteras por falta de estanqueidad de la cubierta, por lo que se ve la necesidad de abordar un estudio general de mejora de la protección del yacimiento.
Entre las intervenciones, se instalará un sistema de drenaje, se dará solución al sistema de recogida de agua y se mejorará la acera del edificio, dotando de estanqueidad a las juntas de unión.