La sexta asamblea de la Revuelta de la España Vaciada cerró este domingo un fin de semana de reuniones, mesas de trabajo y convivencia entre los representantes de los territorios. En la cita de Albarracín (Teruel) estuvieron presentes tanto los colectivos que defienden la vía política como clave para impulsar la lucha de los territorios despoblados como aquellas asociaciones y plataformas que entienden que la batalla social ha de situarse en primer plano. En ese segundo grupo, aparece la Coordinadora Rural de Zamora, cuyo portavoz, Chema Mezquita, acudió a la convocatoria.
El activista alistano escuchó las propuestas, trasladó las suyas y sacó varias conclusiones de lo abordado en Albarracín, más allá de las medidas que más trascendieron públicamente tras la asamblea, como la del plan de financiación solidaria que reclaman los colectivos: «Hay que fortalecerse internamente», resume Mezquita, consciente de lo que «cuesta sacar adelante» en muchas ocasiones los objetivos que se marcan desde lugares en los que el empuje social muchas veces se queda corto.
El representante zamorano entiende que la pelea por el desarrollo de los territorios despoblados «es complicada» y que, además, engloba «muchas realidades» diferentes: «Hay que ver cómo podemos trabajar de forma conjunta, más allá de las reclamaciones», señala Chema Mezquita, que constató durante el fin de semana que la asamblea de este año ha contado con una participación inferior a la de ediciones anteriores: «Es cierto que era un sitio aislado para llegar, pero a veces cuesta mantener las reivindicaciones cuando no hay un foco muy concreto», asume el portavoz de la Coordinadora Rural.
Mezquita rechaza que haya una fractura entre la vía social y la política, pero sí remarca que «hay que hacer las cosas muy bien» para que ambas vertientes resulten útiles: «Un pilar es recuperar el fragor interno en los territorios y que la gente se vaya animando», destaca el representante alistano, que es consciente de que «la provincia de Zamora es parada a nivel reivindicativo». «Hay que tener en cuenta la idiosincrasia de los lugares», apunta el representante de la Coordinadora, que incide constantemente en un mensaje: «Hay que buscar puntos de encuentro».
Para Chema Mezquita existen grupos, como las plataformas sanitarias de Tábara o Sayago, «a los que hay que hacerles la ola», pero también hace falta darle cohesión a los movimientos. «Tenemos que buscar eso», asume el activista contra la despoblación, que aclara que, dentro de la Coordinadora, existen «veinte asociaciones seguro y algunas más con las que hay contacto o que piden ayuda».
Lo que tiene claro el portavoz del colectivo es que «se nota mucho» en los pueblos donde hay gente que se mueve a nivel social, más allá de que la naturaleza de la asociación sea de carácter eminentemente reivindicativo o no: «Todo lo que hacen es oro puro», recalca Mezquita, que menciona a Iniciativas Ropelanas, en Fuentes de Ropel; a La Mayuela, en Bermillo de Sayago; o a El Pozón, en Sejas.
Yo paro por mi pueblo
Como cada año, en torno al 5 de octubre, los colectivos de la España Vaciada organizarán una acción simultánea en sus territorios para visibilizar los problemas que padecen los pueblos. En esta ocasión, las asociaciones han acordado centrar la movilización en la batalla por la Sanidad, aunque Mezquita aclara que «aún está por ver» cómo se concreta ese acto en Zamora.