A Elena García Martín le costó que el micrófono respondiese pero, mientras pudo técnicamente, se manejó en el escenario como pez en el agua que caía sobre la Plaza Mayor de Zamora. Esta mujer fue la encargada de dar el discurso durante la concentración programada por Zamora Orgullosa, una cita de reivindicación de los derechos LGTBIQ+ que se estrena este año en la ciudad, fuera de las fechas habituales en el resto de España, pero que nace con vocación de continuidad.
«No es 28 de junio, pero id pensando por qué estamos aquí hoy», arrancó García Martín, que recordó los orígenes del movimiento a finales de los años 60 y que destacó el valor de las pioneras: «A muchas otras les han partido la cara para que hoy podamos estar aquí tranquilitas», remarcó esta zamorana de Arcenillas, que no se demoró demasiado a la hora de reclamar un movimiento «sin transfobia ni racismo». «Hay mucho que revisar. Las trans son compañeras como las que más», clamó.
La portavoz del colectivo lució también su voz con arranques de canciones que hiló con más mensajes reivindicativos: «Existimos y estamos», advirtió García Martín, que lamentó comentarios del estilo de «eres lesbiana, no se te nota nada» y que subrayó la necesidad de llamar a las cosas por su nombre: «Yo tengo novia, no tengo amigas. Y este otro será gay, no del otro lado. Y la tras es que es trans y lo tiene mucho más difícil que tú. Nos hace falta empatía, ponernos en el lugar de la otra persona, escuchar y hacerle a la gente las cosas más fáciles. Nos queda juntarnos y acurrucarnos un poquito», enumeró la zamorana desde el escenario.
Elena García Martín también citó otra cosa que queda por hacer: «Que el movimiento en Zamora salga de las calles, que venga desde abajo, que nos organicemos. Ayer salimos del teatro con ganas de hacerlo, vamos a ello», demandó la protagonista del discurso, que incidió en la defensa de «otras formas de amar, de relacionarse y de sentirse».
La portavoz del movimiento también hizo una referencia al «genocidio en Gaza», respaldó la lucha del pueblo palestino y terminó con un nuevo mensaje para la gente congregada en la Plaza Mayor: «Las raras somos lo mejor. Mostrarse también es activismo, así que, contra los discursos de odio, más unión, cabeza alta, la pluma toda fuera y orgullosas», zanjó García Martín antes de dar paso a la música.