Es 1 de septiembre. Si se cumplen los plazos ofrecidos hace unas semanas por el diputado nacional socialista por Zamora, Antidio Fagúndez, este mes tienen que comenzar las obras del primer tramo de autovía entre la ciudad y la frontera con Portugal. Será por la parte de La Raya, en un pequeño trazado de kilómetro y medio en la zona de San Martín del Pedroso, así que su ejecución será más simbólica que efectiva desde un punto de vista práctico. Pero el caso es empezar.
La puesta en marcha de esos trabajos es uno de los hitos que aparece en el horizonte más próximo en este arranque del curso para Zamora, aunque, en realidad, durante los próximos meses, el asunto de la A-11 seguirá sobre la mesa. Más allá de la obra en San Martín del Pedroso, Aliste y Portugal reclaman sobre todo que se avance con la variante de Alcañices. Es decir, con el proyecto para sacar el tráfico, y sobre todo los camiones, del centro de la localidad. La tramitación sigue su curso, pero el panorama exige agilidad.
En lo tocante al Estado, todo lo que tiene que ver con las carreteras y sus obras seguirá sobre la mesa, como también continuarán las obras de humanización de las travesías de la ciudad. Con eso, los vecinos tendrán que convivir un tiempo, así que el reto, más bien, es limitar las molestias. Una vez todo esté ejecutado, será el momento de juzgar, pero el plan del Ministerio de Transportes y del Ayuntamiento es dejar una ciudad nueva y mejor con esta intervención.
En este curso, también se reclamará desde Zamora un cambio en positivo en la alta velocidad ferroviaria, después del empujón de la llegada de los Avlo, y que todos los anuncios realizados sobre Monte la Reina se vayan cumpliendo según el guion. Ese proyecto se enmarca en la batalla contra la despoblación, que en realidad es una cuestión transversal. Todas las administraciones tienen algo que decir en esa pelea.
El papel de la Junta
Por supuesto, entre ellas la Junta de Castilla y León, que se ha topado ya con la intención de formaciones como Soria ¡YA! de impulsar cuanto antes una normativa específica para abordar el reto demográfico en la comunidad. Se haga o no esa ley, la atención sanitaria se antoja como una de las claves para los pueblos. Durante los últimos años, se han sucedido las protestas, las manifestaciones de los sábados y las noticias de falta de médicos. Por ahí tiene un agujero que tapar la administración autonómica.
En lo que concierne a la Junta, también cabe esperar que se cumpla por fin el compromiso adquirido hace dos años y medio por su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, de trazar un plan para La Raya de Zamora y Salamanca con una inversión mínima de 40 millones en cinco años. Junto a eso, los retos del Gobierno regional se centran también en resolver obras encalladas, como las del conservatorio o el Museo de Semana Santa, y en darle un impulso clave al hub de la Aldehuela.
Lo local y provincial
En lo tocante a las instituciones más cercanas, también hay proyectos en el horizonte. Para la Diputación, sin ir más lejos, Fromago asoma en diez días como el gran evento del curso, aunque luego habrá cuestiones más cotidianas que ir sacando adelante, como todo el proceso para integrar el Consorcio de Bomberos en la plantilla de la institución, el desarrollo de los polígonos industriales, el arreglo de las carreteras, las inversiones para mejorar el abastecimiento o proyectos de desarrollo rural más o menos creativos para remar en la dirección del cambio demográfico.
Desde el Ayuntamiento de Zamora, septiembre arranca de igual modo con un paso importante: el de las obras de La Vaguada. Más por toda la polémica que suscitaron que por los trabajos en sí. En este curso, el equipo de Gobierno tendrá que resolver de una vez por todas el traslado de la Policía Municipal a las dependencias del Banco de España, abrir el Museo Pedagógico, estrenar el remozado Puente de Piedra o continuar con la ampliación de zonas verdes. Por ejemplo, en el entorno de la Muralla, donde el Estado también tiene mucho que decir.
En el resto de los ayuntamientos relevantes, también hay trabajo por hacer. Por ejemplo, en el desarrollo industrial de Benavente, en la resolución de la polémica con el parque de bomberos de Toro, en el encauzamiento de la situación de las instalaciones deportivas de Morales, en el empujón al centro de innovación social de Puebla, en los desarrollos industriales de Bermillo o Alcañices, o en la adjudicación de los campings en Galende. Mucha jera y necesidades por delante para una provincia que no puede esperar, pero que siempre espera.