«Siempre he apostado mucho por los productos de Zamora, de toda la vida, y últimamente estoy teniendo suerte con algún que otro premio». Con esta frase ha recibido Mar Marcos, del Restaurante España, el galardón a la Innovación en el Día de la Comarca de Sayago. La hostelera asentada en Fermoselle ha señalado en su discurso que la calidad de lo que se hace dentro del territorio «se proyecta fuera» y, sobre todo, ha incidido en que «estar juntos es lo que va a hacer que este reducto de la esquinica sea visible».
Y es que, como ha señalado Marcos, Sayago y sus pueblos están formados por «gente muy trabajadora y muy luchadora que quiere tirar adelante», un objetivo en el que los negocios reciben la ayuda de la asociación de empresarios, «que empuja para que haya un asentamiento de vida» en la zona. El presidente del colectivo organizador, Francisco Rodríguez, ya había elogiado previamente a la interviniente y al resto de los particulares y empresas acreedores del resto de los galardones.
Entre ellos, estaba también, como entidad colaboradora, Caja Rural de Zamora, cuyo director de comunicación, Narciso Prieto, ha aprovechado el marco que le ofrecía el acto en la ermita de Gracia para defender la identidad de la cooperativa de crédito, «orgullosa de sus raíces y de su historia, con el alma de la provincia y de Sayago«. El representante de la Caja ha destacado el valor de este proyecto de banca por encima de las personas que están «de paso» y ha abogado por actuar «con rigor, corazón y alma para que la tierra prospere».
En la misma línea se ha manifestado Antonio Domínguez, el presidente de la Raza Sayaguesa, que ha salido con la chuleta, en este caso de papel, para no olvidarse de ninguno de los mensajes que pretendía transmitir ante las gentes congregadas aún dentro del templo y que han reconocido el rol de su colectivo como Empresa del Año: «El galardón nos refuerza y nos ilusiona en nuestra apuesta por este medio de vida», ha subrayado el dirigente.
Un empujón para que nazcan ganaderos
Domínguez ha confirmado que la Raza Sayaguesa está recuperando censos a un ritmo del 15% anual y ha aseverado que sus carnes compiten «con las mejores del mundo». «Queremos hacerlo todo aquí», ha aclarado el presidente del colectivo, que ha animado a los jóvenes a montar ganaderías y a sumarse a esta «vida digna, con manejo fácil, tiempo libre, rentabilidad y sin salir de la comarca».
Quien sí tuvo que marchar en su día fue el obispo Ángel Francisco Simón, que ha pasado gran parte de su vida en Perú y que ha sido nombrado este año Sayagués Ilustre: «He sido un privilegiado que ha salido de situaciones complicadas para seguir adelante», ha resumido, tras su alocución, el religioso. No es mal símil para referirse a la propia tierra que le vio nacer.