Castilla y León tiene un problema con la despoblación. Nadie discute eso. Varias zonas de su amplio territorio, más extenso que Portugal, se enfrentan a retos de gran calado a causa de un deterioro demográfico arrastrado durante décadas y que se hace especialmente patente en ciertos puntos de la geografía autonómica. Ahí aparecen Zamora y su oeste, partes de la provincia de León, Salamanca o Palencia, y comarcas concretas de toda la comunidad. También de Soria, claro, desde donde parte la idea de actuar a través de la legislación para tratar de frenar ciertas dinámicas.
No hay que olvidar que la población de la comunidad a comienzos de este siglo rozaba los 2,5 millones de habitantes y ahora no alcanza los 2,4. Vista así, la caída no parece tan grave, pero la tendencia ya era mala entonces y, además, hay que tener en cuenta que algunos de sus polos más desarrollados han crecido. Es el caso de la provincia de Valladolid, que ha ganado casi 25.000 vecinos desde 2001, o la de Burgos, que ha sumado más de 7.000. Todo, además, en un marco de crecimiento en España, que ha aumentado su capital humano en siete millones de personas durante ese periodo.
Conscientes de que la realidad de Soria, Zamora y otros territorios dista mucho de ese marco de crecimiento de población, Soria ¡YA! viene demandando la aprobación de una ley de medidas contra la despoblación de Castilla y León. Los procuradores de este grupo presentaron su proposición en junio, pero ante el arranque del verano pospusieron hasta septiembre su campaña para tratar de convencer a la cámara. Ya han anunciado que la semana que viene comenzarán a tocar teclas.
Lógicamente, la propuesta de la formación sitúa en el centro del problema a Soria, aunque incluye determinadas cuestiones que afectarían directamente a Zamora. Una de las que suscita un cierto interés tiene que ver con la aclaración de qué zonas se consideran despobladas en Castilla y León. «En función de esa definición, se aplicarían garantías de financiación, prestación de servicios de todo tipo y acciones contra el abandono institucional», señalaron en su día los procuradores.
Además, en el articulado que pretende impulsar Soria ¡YA! desde su posición minoritaria en las Cortes, se contemplan también ciertos privilegios fiscales y empresariales para los negocios que se asienten en el medio rural. En total, el partido registró 151 artículos «en un texto abierto al debate» que aspira a terminar con «la inacción», como a su juicio se ha hecho en ciertos territorios del norte de Europa o en zonas de Escocia, «donde llevan abordando con éxito el problema desde hace años».
También hace algunos meses, el consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones, anunció la intención del Gobierno autonómico de poner en marcha una estrategia contra la despoblación de la mano de las universidades, aunque Soria ¡YA! entiende que la aprobación de una normativa resultaría más útil para poder aplicar las medidas correctoras necesarias que ayuden a los lugares demográficamente deprimidos. El propio presidente, Alfonso Fernández Mañueco, ha hablado en alguna ocasión de la futura Ley de Sostenibilidad Demográfica y Desarrollo del Medio Rural, pero esa norma sigue sin ver la luz.
Mientras, en estos momentos, ya hay comunidades autónomas que cuentan con este tipo de leyes. Sin ir más lejos, uno de los territorios limítrofes con Castilla y León, Castilla-La Mancha, aprobó su normativa particular en el año 2021. La intención de Soria ¡YA! es apretar durante las próximas semanas para que los agentes sociales conozcan la ley y llegue con posibilidades al debate en las Cortes, o al menos que estos movimientos estimulen al Gobierno del Partido Popular a acelerar para presentar su propio texto.
Cambios a la vista en el Gobierno de España
También en materia de despoblación, conviene recordar que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha propuesto a la actual ministra responsable del área, Teresa Ribera, como comisaria europea. Los medios nacionales y comunitarios aluden a las elevadas posibilidades de la también vicepresidenta y responsable de Transición Ecológica, que abandonaría el Ejecutivo nacional para dar el salto a Bruselas. Esa circunstancia implicaría un relevo en la persona encargada de liderar el Ministerio que también lleva como apellido Reto Demográfico.