El alcalde de Ferreruela, Ángel Román, no quiere hablar mucho del tema. «Lo que supone para el pueblo es lo que puedes imaginarte, como es natural. Ya es oficial, así que poco más te puedo decir», zanja el responsable municipal de uno de los dos pueblos de Zamora que se quedan sin escuela en el arranque del curso 2024-2025. La otra localidad afectada es Fuentespreadas. En el resto de Castilla y León, otros tres dirán adiós.
Prácticamente cada verano se repite esta situación, y todo a pesar de que la Junta mantiene abiertas las unidades educativas incluso con tres y cuatro alumnos entre todos los cursos, como se encargó de recordar este miércoles la consejera, Rocío Lucas, en su visita a Zamora. Esa ratio no basta. La despoblación avanza más rápido que las medidas que buscan paliarla.
En los últimos años, el goteo de candados en las puertas de los colegios rurales ha ido afectando a lugares como Pajares de la Lampreana, Peleas de Arriba, Granja de Moreruela, Moralina, Castroverde de Campos, Pobladura del Valle o Arrabalde, por citar algunos ejemplos recientes. En el caso del último pueblo mencionado, el cierre llegó tras un oasis de reapertura, pero en muchos casos eso ni se plantea. Cuando se dice adiós no suele haber vuelta atrás.
La consejera señaló, en relación a los cierres de este año, que «no quiere decir que desaparezcan los niños o que se hayan marchado, sino que las propias familias deciden escolarizar a los alumnos en una unidad más grande». Es decir, que son los padres quienes optan por que sus hijos puedan acudir a unas aulas con unas ratios más comunes y no a un colegio con la afluencia reducida a la mínima expresión.
La bajada de la natalidad
Rocío Lucas quiso aclarar también que «las matrículas siguen creciendo en ciertas etapas educativas», aunque, en lo que se refiere a los niños, en Zamora solo parece haber un camino. Y particularmente en el medio rural. El descenso de la natalidad registrado a nivel general en la provincia, así como el envejecimiento y la ausencia de personas en edad de tener hijos en determinados pueblos forman un cóctel que augura más cierres de escuelas rurales en los próximos años.
Conviene recordar que, en la generación de los niños zamoranos que ahora van a empezar el último curso antes del instituto, nacieron 1.049 personas. Mientras, en la que va a arrancar Primero de Infantil en septiembre, solo vinieron al mundo 709. Solo pasaron nueve años entre una quinta y otra, pero el descenso fue del 32,4%.