En invierno, la estampa era la de un terreno envuelto por la niebla y vacío salvo por la presencia de un cartel de la Diputación de Zamora. En verano, la imagen es idéntica, pero con sol. Por la parcela donde supuestamente se iba a construir la biorrefinería multifuncional de Barcial del Barco pasan las estaciones sin que aparezcan las máquinas. El proyecto sigue envuelto en una maraña de problemas después de que las esperanzas asomaran hace casi cuatro años, cuando se vieron algunos trabajos por la zona y hasta se instaló una caseta de obra que ahora ha desaparecido. Todo fue un amago.
La realidad en estos momentos, más allá de las opiniones de cada cual, es que no hay biorrefinería y tampoco existe nadie en condiciones de afirmar con certeza que la habrá. De hecho, existen más personas dispuestas a asegurar lo contrario. Por lo pronto, los terrenos donde se ubica el cartel siguen siendo propiedad de la Diputación y, aunque hay un proceso abierto, nadie ha manifestado su intención de arrendarlos por el precio fijado por los técnicos, que ronda el 6% del valor de la parcela: unos 18.000 euros.
Este medio ha intentado, sin éxito, contactar con el portavoz de los promotores del proyecto, Vicente Merino, para confirmar si los impulsores de la biorrefinería han desistido de la opción de quedarse con la parcela bajo las condiciones fijadas por la institución provincial, como señalan algunas fuentes. Lo que sí está claro es que la Diputación ve en estos momentos cómo unos terrenos que le costaron más de 300.000 euros se encuentran sin el uso previsto y tampoco suscitan un interés particular entre otros posibles arrendatarios. Nadie ha preguntado por ellos.
En ese marco, el alcalde de Barcial del Barco, Francisco Javier Valderas, entiende que los promotores «han desistido» de facto del proyecto. «El señor Merino me llamaba de vez en cuando, pero no lo ha vuelto a hacer. Desde mi punto de vista, esto de los terrenos es el carpetazo definitivo. Tristemente, en esta provincia, estamos muy acostumbrados a que los proyectos acaben así», sostiene el regidor, que ya hace bastante tiempo que se resignó a que este fuese el final de la aventura.
Ahora, el responsable municipal de Barcial del Barco mira a la Diputación para conocer sus planes con la parcela: «Si no es la biorrefinería, que sea cualquier tipo de negocio o industria, porque los terrenos son muy golosos», defiende Francisco Javier Valderas, que mantendrá una reunión con el presidente provincial, Javier Faúndez, avanzado ya septiembre para tratar precisamente este particular.
La plataforma no se resigna
Mientras tanto, la Plataforma pro Biorrefinería de Barcial del Barco, creada para mostrar el apoyo social a este proyecto, sigue sin rendirse, aunque en estos momentos «se encuentra callada por motivos lógicos», según recalca uno de sus portavoces, Emiliano Fernández, que recuerda que hay un proceso judicializado en relación a la presunta «trama» contra el proyecto. La acusación exige que se depuren responsabilidades por unas supuestas «injerencias» de altos cargos de la Junta de Castilla y León.
«Estamos expectantes ante la resolución judicial», confirma Fernández, que afirma que si el juzgado número seis de Zamora decidiera «dar por zanjado todo esto y les diera la razón a los demás», la plataforma es partidaria de continuar con todo en las instancias superiores. Si en paralelo no se avanza con el proyecto, eso implicaría una paralización aún más larga y unas dificultades mayores para el gran escollo que siempre ha tenido la biorrefinería: la financiación.
En su momento, Vicente Merino habló de la llegada de 178 millones de capital americano, pero lo cierto es que nada pareció concretarse para costear definitivamente un proyecto muy caro que aspiraba a crear más de 100 puestos de trabajo directos en la primera fase y unos 2.000 indirectos, con la implicación de los agricultores de la zona para la obtención de la materia prima.
Para la plataforma, esa idea de negocio todavía es posible, incluso si los promotores desisten de contar con los terrenos donde ahora está el cartel: «La parcela aparecerá por acá o por allá si sale el proyecto», asevera Fernández, que ni siquiera da por supuesto que tenga que ser en Barcial: «Sí que me gustaría que fuese entre Zamora y León, aunque algunos no se lo merezcan demasiado», zanja el portavoz del colectivo.