El Somacyl publicó este lunes en la Plataforma de Contratación del Estado la formalización del contrato para la redacción del proyecto de ejecución de las obras que permitirán construir viviendas colaborativas en el barrio zamorano de Vista Alegre. Se trata de una iniciativa que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento, que cedió la parcela de la calle Burgos sobre la que se llevarán a cabo los trabajos, y que está financiada con fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
El contrato en cuestión ha sido adjudicado por un valor de 4,7 millones de euros a la empresa Construcciones P. Sánchez Rodríguez SL, con sede en la localidad zamorana de Santa Croya, y permitirá avanzar en la tramitación de un proyecto destinado a crear vivienda para alquiler joven, según subrayó hace un par de meses el alcalde de la ciudad, Francisco Guarido, visiblemente interesado en los avances de este proyecto.
Con este paso, el bloque de viviendas sociales en Vista Alegre que se anunció en el año 2022 está cerca de empezar a construirse. Los inmuebles se ubicarán en una parcela de 7.000 metros cuadrados cedida ya al Somacyl y que tenía un valor tasado superior al millón y medio de euros.
Ya en junio, Guarido habló de construcción inminente de este bloque y recalcó que «Zamora tiene suelo municipal suficiente para construir mil viviendas de alquiler social».» Sobra suelo y falta financiación, que tiene que ser aportada por la Junta de Castilla y León», defendió en su momento el alcalde.
Viviendas de 60 metros cuadrados
En cuanto al detalle de lo que van a ser las obras en la calle Burgos, el proyecto habla de viviendas de 60 metros cuadrados con dos dormitorios y seis metros útiles de terraza. Contarán con paredes de cartón yeso, sistemas de aislamiento, suelo radiante, carpintería exterior y falsos techos y, «al tratarse de viviendas colaborativas, se debe disponer de espacios comunes de calidad en el edificio para el uso de sus ocupantes en interrelación social». El proyecto tiene un plazo de ejecución de 705 días.
Hay que recordar que se entiende por vivienda colaborativa una modalidad de alojamiento en la que los residentes comparten zonas y servicios con el resto de los inquilinos. El objeto es facilitar la emancipación de los jóvenes, así como fomentar la convivencia y la interacción compartiendo un espacio común que les apoye en el desarrollo como ciudadanos de una manera fácil y económica.